Miles de vecinos de Almassora, ataviados con el pañuelo rojo, cumplieron ayer con la tradición de acudir en romería hasta la ermita de Santa Quitèria. El fervor a la patrona protagonizó el acto más multitudinario previo al inicio de las fiestas.

Como es ya costumbre, la jornada comenzó muy temprano, a las 8 de la mañana, con el volteo de campanas para anunciar la festividad del día y la reunión de los participantes, ya sea a pie o en carromatos. Vehículos engalanados y romeros partieron a las 9.00 horas desde la plaza de la Iglesia para empezar una jornada que concluyó con el traslado de la imagen de la santa hasta la iglesia del Santísimo Cristo. La reina de las fiestas, Paula Cubertorer Llop, sus damas y las autoridades civiles y eclesiásticas presidieron la comitiva camino al ermitorio.

Los voluntarios de la Junta Local de Fiestas recibieron a los vecinos, a su llegada al paraje, con 9.000 rotllets de anís y copas de mistela para reponer fuerzas tras la caminata. Por su parte, la Junta de Damas de Santa Quitèria y Virgen del Rosario distribuyó 5.000 cintas conmemorativas de la festividad y 400 pañuelos cuya recaudación irá destinada íntegramente a la Pía Unión de San Antonio. Del mismo modo, Caixalmassora repartió pañuelos y abanicos, al paso de la comitiva por su sede social, con ocasión de su centenario.

La devoción hacia la patrona protagonizó la actividad en la ermita a las 12 horas, cuando tuvo lugar la misa oficiada por el párroco Ángel Tapiador.

Posteriormente se conocieron los ganadores del concurso de carromatos. Así, 'La Galbana' se alzó con el primer premio; 'El Racó', con el segundo; y 'No mires als ulls al bou', con el tercero.

Los vecinos pudieron contemplar el resultado de los trabajos ejecutados en el templo en los últimos meses. Además, una exposición fotográfica mostró el aspecto del interior antes de las obras y algunas de las imágenes en las que se basó el restaurador.

En los exteriores del templo, los más pequeños disfrutaron del parque infantil y los más mayores, de la paella monumental.

Tras reponer fuerzas, la romería regresó al casco urbano sobre las seis de la tarde para acompañar a la patrona Santa Quitèria hasta la iglesia de San José. En los exteriores del templo se formó la procesión para el traslado de la imagen hasta la parroquia del Santísimo Cristo. A su paso se encendieron las tradicionales hogueras.

La excelente climatología hizo que el día resultara inolvidable para miles de romeros.