Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

«Todavía hay gente mayor que no saca dinero de los cajeros porque desconfía de ellos»

Javier Echeverría, de la Universidad del País Vasco, participa mañana en la conferencia inaugural de las V Jornadas Internacionales de Mayores y Nuevas Tecnologías que organiza la Universitat Jaume I (UJI), donde reseñará la necesidad de formar a la Tercera Edad en el uso de las TIC para que no queden excluidos socialmente.

La Universitat Jaume I (UJI) de Castelló acoge mañana y hasta el viernes las V Jornadas Internacionales de Mayores y Nuevas Tecnologías con motivo de la celebración del Día Internacional de Internet (17 de mayo). Las jornadas están organizadas por la Universitat per a Majors de la UJI y, en la conferencia inaugural, intervendrá Javier Echeverría, de la Universidad del País Vasco. Echeverría es investigador en la Fundación Vasca de Ciencia y especialista en las relaciones entre la tecnología y la sociedad como conjunto. En su ponencia, Echeverría abordará la relación de las personas mayores y las tecnologías, un sector que abarca mucho más allá de internet y los móviles. Se trata de lo que el experto llama el «tercer entorno» y que incluiría el dinero electrónico (uso de tarjetas de crédito), los juegos electrónicos, el internet de las cosas (tecnología aplicada al hogar) y tecnologías médicas, entre otras.

P.- ¿La tecnofobia es más habitual entre las personas mayores?

R.- Depende de actitudes pero, en general, la tecnofobia es más habitual a partir de los 80 años. Entre los 55 y los 60 años se dan unas condiciones más favorables para el uso de la tecnología. Lo que hay que fomentar es una política de inserción en función de la edad, la formación, el nivel social y el entorno en el que vive. Las personas que viven en un entorno rural son mas reacias que las que viven en la ciudad, por ejemplo.

P.-¿En algún momento se es demasiado mayor para iniciarse en las nuevas tecnologías?

R.- A partir de los 80 años, lo que se conoce como la cuarta edad, se suelen perder habilidades que pueden dificultar el uso de la tecnología. No obstante, la edad es un mero indicador. Lo importante son las capacidades cognitivas. Una persona con 80 años puede tener estas capacidades mucho mejor que una de 50. Se tiene que tener en cuenta el estado mental. Ante esta situación, lo que hay que hacer es desarrollar políticas especializadas para las personas que todavía puedan adentrarse en las tecnologías y, en otros casos, se tendrá que renunciar a este uso. Con todo, hasta para las personas con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias existe tecnología olfativa y gustativa, que son los últimos sentidos que se pierden. Esta tecnología se usa poco pero se podrían fusionar y dotar a estas personas de estos aparatos.

P.- ¿Existe la exclusión social tecnológica a esas edades?

R.- Por supuesto. Es la brecha digital. La tecnología es un modo de vida que está en plena extensión y, si se quedan fuera, quedarán excluidos de la sociedad. Hay que luchar activamente contra esto en las múltiples dimensiones de la tecnología, no solo con internet y el móvil. Todavía hay gente mayor que no hace uso del dinero electrónico y que no saca dinero de los cajeros porque desconfía de ellos. Se lleva el dinero en billetes y lo tiene en casa. Lo mismo pasa con otros usos cotidianos de la tecnología como puede ser la tarjeta del autobús, los códigos de barras, etc... Hay que formarlos para que hagan uso de toda esta tecnología cotidiana.

P.- ¿A qué dificultades se enfrentan las personas mayores?

R.- La principal dificultad es la económica. Poder dotar a un hogar de una red wifi, eso es lo primero, el acceso. Después sería la formación en el uso.

P.- ¿Qué dispositivos utilizan más la gente mayor?

R.- La televisión es la tecnología de información más importante para este segmento de la población. Los programas de salud, los consejos médico, la televisión digital, los canales de teleasistencia,... todo se podría hacer a través del televisor. Más teniendo en cuenta que muchos ancianos no dan el paso de utilizar el ordenador. Para ellos el televisor forma parte del decorado más cotidiano y familiar. Después del televisor, estarían las tarjetas de crédito y de débito, los pagos electrónicos y el internet de las cosas como herramientas funcionales. Son cosas sencillas pero requieren formación de los usuarios.

P.- ¿Qué porcentaje de personas mayores están excluidas socialmente por no saber utilizar las tecnologías?

R.- Según los últimos estudios, solo el 32 por ciento de las personas de 66 a 70 años utiliza el ordenador, de 61 a 65 años un 44 por ciento, y de 56 a 60 años un 53 por ciento. El uso del teléfono móvil está más expandido y lo utilizan prácticamente el 90 por ciento de las personas de tienen entre el 56 y el 70 por ciento. Y en el caso del televisor, más de un 95 por ciento. En cuanto al uso de las tarjetas y otras tecnologías que hemos nombrado, no hay datos, y habría que ampliar los estudios con estos datos.

P.- ¿Cómo se enfrentan al reto de la e-administración?

R.- El obligatorio uso de la tecnología en las administraciones es otra manera de exclusión social. El hacer la renta por internet, o trámites, reclamaciones precisa una formación. El pensar que uno aprende por sí mismo es falso. Por eso creo que no se puede obligar a hacer ningún trámite por la web si ello no va acompañado de políticas de formación para introducir a estos usuarios. Las políticas de obligatoriedad de las TIC hay que fomentarla pero siempre acompañados de cursos de formación.

Compartir el artículo

stats