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Casimiro López: «Uno se expone a ser tildado de intolerante si habla»

El obispo elude referirse al veto a un homosexual por estar casado pero afirma que hay «gente que quiere ser Dios, pero al margen de Dios»

Casimiro López: «Uno se expone a ser tildado de intolerante si habla»

«En el tiempo de la postverdad, de los relativismos, hablar es exponerse a ser criticado y ser tildado de intolerante», sostuvo ayer el obispo de Segorbe-Castelló, Casimiro López, durante la misa que ofició en la Basílica de San Pascual de Vila-real con motivo de las fiestas patronales de la localidad.

El prelado castellonense participó en el primer acto público tras la polémica suscitada en las dos últimas semanas por la negativa de la diócesis a aceptar a una persona homosexual y casada en la directiva de la Real Cofradía de Lledó. Este veto se destapó el 14 de mayo durante la festividad de Lledó y desde entonces las autoridades eclesiásticas, de la que según el afectado, Javier Gimeno, parte la decisión, se mantienen en silencio. Tampoco han respondido al Ayuntamiento de Castelló, que reclama una reunión con el obispo y amenaza con retirar la subvención de 4.000 euros a la cofradía si no rectifican e integran a personas casadas del mismo sexo.

El obispo eludió ayer referirse de manera directa al caso de la cofradía, pero esta cuestión sobrevoló la homilía.

En su sermón afirmó que hay personas que «quieren ser como Dios, pero al margen de Dios». A su juicio, ·esos individuos vivirían en la mentira, la apariencia y la competencia con los demás». Sostuvo que la única verdad «es la de Dios».

En otro momento de la liturgia cuestionó los «hechos sobresalientes en los que se construye la fama» y para ello apeló a uno de los principales valores que se le atribuyen al patrón de Vila-real, el de «la humildad», en contraposición a un mundo, el actual, en el que sólo se valoran «las carreras, los honores, el prestigio y el poder».

Expediente a un cura de Onda

En el equipo de gobierno consideran poco probable que el obispado revise su posición pese a advertirle de la retirada de la ayuda de 4.000 euros a la cofradía de Lledó. Vincula el veto exclusivamente a la jerarquía eclesiástica y exculpa a la cofradía. Según ha trasladado la entidad, a instancias de la diócesis, no se ha discriminado a Gimeno por su orientación sexual sino por su matrimonio con un hombre. Al entender del obispado, este tipo de casamientos, que se legalizaron en 2005 en España, no concuerda con el derecho canónico.

Gimeno, en cambio, considera que el proceder del obispado castellonense contraviene el pensamiento más tolerante y abierto del Papa Francisco. Ultima el envío de una carta al Sumo Pontífice en el que le expondrá su situación. Asimismo, ha recibido el apoyo de numerosos cofrades.

Desde el colectivo de LGTBI de Castelló no se extrañan del comportamiento del obispado a la vista de los precedentes. Según recuerdan, expedientó hace un año a un párroco de Onda por bendecir a dos mujeres lesbianas.

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