La alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau, afronta las últimas fiestas como la máxima representante municipal de Almassora antes de ceder la alcaldía a Merche Galí. Para Nicolau es importante compartir con los vecinos las fiestas patronales y «empaparse del sentir de la calle en cada acto».

Sus últimas fiestas como alcaldesa. ¿Qué siente y cómo espera vivirlas?

Por el momento sí, por lo que las viviré con la misma ilusión que he vivido siempre las fiestas, como alcaldesa y como vecina de Almassora. Aunque desde dentro se ve más claramente el enorme trabajo que conlleva organizarlas y eso hace que siente todavía más respeto hacia la celebración y los cientos de personas responsables de ella. Durante este tiempo, ¿qué elementos ha querido introducir el equipo de gobierno en estas fiestas de Santa Quitèria?

Para nosotros es fundamental que tradición y modernidad convivan en las fiestas de Almassora. Y también que todo el mundo se sienta representado en el programa de actos. Así hemos intentado hacerlo durante los últimos dos años, ofreciendo alternativas para todos los gustos y edades y enriqueciendo actos solemnes, como hicimos al incorporar una «muixeranga» al traslado de la patrona.

¿Alguna cosa que no ha podido llevarse a cabo?

Creo que tenemos que ganar todavía más en participación y que todas las asociaciones, ONG, clubes y entidades del municipio tengan más protagonismo. Pero sin duda seguiré trabajando para que eso sea una realidad a corto plazo.

¿Qué consejos en materia festiva quiere dar a Merche Galí?

Los mismos que me he dado a mí misma. Las fiestas son para que los vecinos las disfruten y con esa idea deben concebirse. Es importante compartir con ellos tiempo durante estos días y empaparse del sentir de la calle en cada acto.

¿Y qué significado tiene que la ermita de Santa Quitèria recupere su esplendor?

Para nosotros es un homenaje a la tradición. Estos trabajos suponen la recuperación del estilo barroco con el que el templo fue construido. Sin duda, la visita anual a «casa» de la patrona es un momento muy especial para los vecinos y este año hemos querido que lo sea más si cabe al devolverle el esplendor a la ermita y contribuyendo a que los almazorenses descubran más a fondo su historia.

¿Cómo se puede conseguir que desaparezca el debate acerca de la participación o no de la corporación en celebraciones religiosas?

No sé cómo hacer que desaparezca el debate pero lo que sí puedo asegurar es que esta corporación participa, desde el respeto, en los actos religiosos a los que es invitada, sean de la confesión que sean. Igual que participa en las actividades deportivas o culturales que organizan clubes y asociaciones. Representamos a todos los vecinos y apoyamos con nuestra presencia las iniciativas y las tradiciones que enriquecen Almassora.

¿Un consejo para que tanto vecinos como visitantes pueden disfrutar de estas fiestas?

Positividad y respecto. Lo importante es disfrutar de los días y de la noches acompañados por las personas a las que queremos y pasar un buen rato. Y si alguna situación se complica, recurrir siempre a los cuerpos de seguridad. Ellos son el otro 50% de la fiesta y su papel es fundamental para que vivamos estos días con tranquilidad.