Esta historia empieza en el castillo de las 300 torres. Desde las muchas que todavía quedan en pie se divisa la Plana Baixa, la Serra d'Espadà y la ciudad de Onda, un territorio turístico por conquistar pero en el que poco a poco, pero con paso firme, se abren paso los viajeros que además de sol y playa buscan cultura donde expandir sus horizontes.

El musulmán Halib-Manel y la cristiana Catalina son los anfitriones de la visita teatralizada que el Ayuntamiento ha organizado para dar a conocer la historia que esconde la fortaleza y las angostas calles del centro histórico.

El primero es un fanfarrón que presume de ser la mano derecha del alcaid, el gobernador musulmán, cuando en realidad es un comerciante con puesto en la plaza del Almudín que vive en la Morería. Él se encargará de contar la parte de la historia musulmana de Onda.El engaño lo descubre la mujer, una lugareña que no tiene un trabajo concreto, que va haciendo cosas por aquí y por allá. En definitiva, la típica alcahueta que conoce a todo el mundo y que es conocida por todos. De su mano, y gracias a su verborrea, se convierte en la voz que relata la parte de la historia cristiana de Onda.

El periplo por Onda empieza en el castillo, donde se visita el museo de arqueología e historia local -donde se ubican las famosas yeserías del siglo XIII) y los restos de un palacio islámico del siglo XI.

Desde la fortaleza se desciende hacia el casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural, por las Escaletes dels gats y la calle Santa Magdalena hacia la plaza de la Sinagoga, donde se sitúa el barrio de la antigua judería y donde últimamente se ha descubierto lo que a priori parece una gran cisterna.

A su lado se encuentra la Morería y la plaza de la Iglesia, y desde allí, la expedición recorre las calles santa Isabel y San Isidro hasta llegar a la plaza del Almudín, la antigua plaza del Mercado y donde se encontraban los principales edificios civiles, como la Casa de la Encomienda y la cárcel.

La visita hacia la Iglesia de la Sangre y hacia el portal de Sant Pere, la única puerta que todavía queda en pie de la antigua ciudad amuralla, para a continuación regresar de nuevo a la plaza del Almudí, donde se despiden los protagonistas y se da la bienvenida a cualquier refrigerio de los numerosos bares que hoy se ubican en la plaza.

Gran aceptación

Estas visitas han obtenido una valoración muy alta por parte de los asistentes, «al tiempo que nos hemos visto desbordados por una demanda muy superior a la oferta», según traslada el teniente de alcalde de Desarrollo Económico, Ángel Badenas. Por este motivo, el ayuntamiento amplió recientemente la oferta de la programación, que pasa de una visita guiada a dos al mes. Las próximas fechas previstas son el 17 y el 30 de junio, el 8 y el 22 de julio (aunque solo quedan unas 10 plazas para el último de julio), el 5 y el 19 de agosto, y el 2 y 16 de septiembre, cuando se espera la llegada del turista que llega a la costa.

El perfil de los visitantes es variado, y es que entre ellos aparecen tanto ondenses que quieren descubrir su propio pasado como turistas de poblaciones cercanas, como Vila-real y Castellón y también de la provincia de València. Próximamente también han reservado la experiencia unos vascos, según confirman desde la oficina de turismo.

El consistorio recuerda que hay un aforo limitado de 35 personas por día, para asegurar que esta experiencia sea más cercana. Las representaciones son en castellano y las salidas tienen lugar en el castillo, a las 19.30 horas, y una duración de entre 1 hora y media, y 1 hora y 45 minutos. La inscripción es gratuita y se puede hacer en las oficinas de la Tourit Info, también a través del teléfono de información turística 964602855 o por correo electrónico a onda@touristinfo.net hasta completar el aforo máximo.