Los vecinos de Almassora disfrutaron ayer del día más especial de las fiestas en honor a Santa Quitèria con la celebración de Les Calderes. Los colaboradores prepararon las 7.280 raciones que sirvieron a los asistentes tras cocinar 52 calderas. La avenida José Ortiz acogió la elaboración en público de 22 de éstas, mientras que el almacén municipal albergó la preparación de las 30 restantes.

Les Calderes, Fiesta de Interés Turístico Provincial, contó este año con la colaboración de dos grupos que suman 38 voluntarios, además de la Junta Local de Fiestas y el Servicio Municipal de Mantenimiento y Logística. El dispositivo también permitió entregar a domicilio más de 150 raciones a vecinos que padecen alguna discapacidad. Cada una de las 52 calderas está elaborada con 14 kilos de arroz, 14 de pollo, dos y medio de costilla, tomate triturado, guisantes y ajos.

La jornada más importante de la semana comenzó mucho antes del reparto del arroz, a primera hora de la mañana, con el volteo general de campanas y el disparo de carcasas para anunciar la festividad de Santa Quitèria. La iglesia de la Natividad también acogió la misa solemne en honor a la patrona con la presencia de la reina, Paula Cubertorer, y sus damas, además de las autoridades.

Finalizado el oficio religioso, la empresa de pirotecnia Baldayo's disparó la «mascletà» en la calle Enrique Limo Escultor a las 13.00 horas. A continuación, la comitiva visitó la residencia municipal de la tercera edad Vicente Vilar y entregó una de las 52 calderas para que los residentes disfruten de este menú especial de Santa Quitèria. De regreso a las inmediaciones del consistorio, el párroco Juan Ángel Tapiador bendijo las 22 calderas elaboradas en público.

Previo al tradicional reparto de arroz, la alcaldesa entregó un cheque con la recaudación de la venta de pañuelos y cintas a la Pía Unión de San Antonio. Además, la primera edil otorgará la Caldera de Honor a los gerentes de la empresa familiar Jabones Beltrán con motivo de sus bodas de plata desde su instauración en Almassora, aunque cuentan con más de 90 años de trayectoria profesional. A continuación, miles de vecinos recibieron su ración de arroz tras hacer cola durante la mañana.

La jornada festiva continuó a las 19.00 horas con la solemne procesión presidida por el clero, la reina y su corte de honor y las autoridades, que recorrieron el itinerario habitual por las calles del casco antiguo. El acto finalizó con el disparo de una traca y fuegos artificiales.