Clara tiene síndrome de Rett y es la única alumna con estas características escolarizada en un centro ordinario de la Comunitat Valenciana. Pero en el CEIP Baltasar Rull Villar de Onda es «una más». Clara juega, se relaciona, aprende. La niña es feliz. Así lo constata su madre, Ana Egido, en el marco de las primeras jornadas de inclusión socioeducativa que desde ayer y hasta el viernes acoge el centro de Onda, el primero de toda la Comunitat Valenciana en apostar por una inclusión educativa real, ya que admite desde el curso 2015-2016, a petición propia, alumnado con diversidad funcional en aulas ordinarias.

Además de a Clara, Baltasar Rull tiene escolarizados en la etapa de Infantil a dos alumnos con autismo en grado 2, un alumno con Síndrome de Down, una alumna con osteogénesis imperfecta, cataratas y deficiencia auditiva, un alumno con parálisis cerebral infantil y otro alumno con una enfermedad rara aún por diagnosticar. En Primaria, el centro atiende a una alumna con Síndrome de Joubert, un alumno con Síndrome de Down, un alumno con una monosomía en un cromosoma y una alumna con una enfermedad rara asociada a la mutación de un gen con distrofia muscular, además de tres alumnos con autismo de grado 1 y 2, y seis alumnos con déficit de atención e hiperactividad.

Todos ellos están integrados en las aulas ordinarias, quienes conviven día a día con el resto de sus compañeros, que les acogen, estimulan, acompañan y aprenden a conocerles en su diversidad, a aceptarles y, en definitiva, a integrarles como un compañero o amigo más.

En el colegio tiene fisioterapeuta, pedagogía terapéutica, fomento de la audición y el lenguaje, músicoterapia. En el proyecto se ha involucrado toda la comunidad educativa, tal y como quedó patente en el arranque de las jornadas socioculturales, con la presencia de docentes, alumnado e integrantes de la AMPA.

El día empezó ayer con zumba, y también estaba programado un cuentacuentos a cargo de la Associació Espanyola de Mastocitosis, un taller de sensaciones y la proyección del corto «Contando Estrellas» y la exhibición de un partido de baloncesto adaptado a cargo de Adaponda.

En estos días se visualiza que la convivencia y la cooperación social «pueden ser la mejor experiencia posible si educamos a nuestros niños en los valores de la tolerancia y el respeto por la diferencia y la diversidad funcional de cada persona», y como ejemplo, durante los dos días que restan de las jornadas se desarrollarán diversos talleres en los que participaron asociaciones como el CO El Molí o la Fundación Síndrome de Down.

Este proyecto de inclusión educativa, pionero en la Comunitat Valenciana, recibe el apoyo de numerosas instituciones de la sociedad: asociaciones de discapacidad y de afectados por enfermedades raras como AESR, Feder, Fundación Síndrome de Down, Teacasta, entre otras, así como colegios de educación especial y centros ocupacionales de la zona, el propio Ayuntamiento de Onda, o profesionales como el Colegio Oficial de Terapeutas Ocupacionales de la Comunitat Valenciana (Cotocv), entre otros. Además, ha despertado el interés y los elogios de diversos miembros de la comunidad educativa a nivel nacional después de ser uno de los dos únicos colegios públicos que participaron el pasado mes de abril en el IV Congreso Internacional Educativo sobre Enfermedades Raras, al que asistió la reina Letizia.

En este congreso, el colegio expuso su proyecto de educación inclusiva, un proyecto que el centro ha desarrollado unilateralmente «con escaso o nulo apoyo hasta el momento por parte de la Conselleria de Educación» con el fin de «construir una sociedad mejor, más inclusiva y con igualdad de oportunidades empezando desde el ámbito escolar, haciendo de la escuela un reflejo de la sociedad, donde la diversidad está siempre presente», señalaron en una nota de prensa.

La experiencia, según concluye una madre, es «impresionante». «Mi hija ha evolucionado mucho y va muy feliz al colegio» que, al final, es lo que todos los padres quieren.