Un tejido productivo de pequeñas y medianas empresas enfocado al sector servicios no crea las condiciones para incrementar la competitividad de las empresas y favorecer un entorno laboral de salarios y empleo de calidad y estable.

Este diagnóstico fue apuntado ayer por el Comité Econòmic i Social de la Comunitat Valenciana, que celebró un pleno ordinario en el que se aprobó por unanimidad la «Memoria sobre la Situación Socioeconómica y Laboral de la Comunidad Valenciana».

Esta institución, que enraíza en el Estatut d'Autonomia y tiene su sede en Castelló para todo el ámbito autonómico, se encarga de elaborar dictámenes para Les Corts y la Generalitat en materias económicas, sociolaborales y de empleo.

En este sentido, la memoria aprobada ayer destaca el crecimiento del 3,3% del PIB de la Comunitat Valenciana en 2016, que si bien desciende sobre el ejercicio anterior en tres décimas, se fija en una décima por encima de la media española y supera en 1,6 puntos a la media de crecimiento de la zona euro.

El presidente de la institución, Ramón Cerdá destacó el problema del desempleo como una situación estructural «que hay que superar» y apuntó la necesaria toma en consideración de medidas para revertir lo que calificó como «una lacra». Cerdá puso el acento en el paro juvenil y en la «deficiente incorporación plena de la mujer en el mercado laboral».

Respecto a la situación de la comunidad valenciana, el presidente del CES apuntó que el tejido productivo basado en el sector de los servicios y en pequeñas y medianas empresas inferiores a 50 trabajadores impide una apuesta firme por las tecnologías de la información y la innovación. El CES también ha sido muy crítico con la reforma laboral aprobada por el Partido Popular y considera que ha favorecido la situación de inferioridad de los trabajadores en las condiciones de negociación.

En el plano castellonense, Cerdá indicó que la provincia presenta una economía más equilibrada que el resto de la Comunidad Valenciana. A este respecto destacó que la incidencia de la exportación en los sectores agrícola y cerámico en cifras relativas al peso demográfico, así como puso el acento en el incremento de la importación de bienes de equipo por parte de las empresas, que responde a la inversión de la industria en mejorar su competitividad. De hecho, el presidente del CES indicó que «la competitividad debe centrarse en la innovación y no en la bajada de los salarios».

El comité social también ha centrado su análisis en la inversión de la pirámide poblacional y en la dualidad 80/20 de la provincia de Castelló. La memoria hace un análisis demográfico y constata que la Comunitat Valenciana «sigue envejeciendo». Ello es debido a dos factores fundamentales: por un lado la mayor longevidad de las personas por el aumento de la calidad de vida y por otra parte el descenso de la natalidad.

Cerdá aseguró que, «de seguir esta tendencia, el sistema de la Seguridad Social sería insostenible» en un futuro próximo, ya que la pirámide poblacional de 2016 tiene un índice de 115,8 personas mayores de 64 años por cada 100 jóvenes menores de 16.