Soneja se convirtió ayer, en la capital de la música de ronda, con la celebración de la segunda edición del Encuentro de Rondallas del Alto Palancia. Este año, la Rondalla sonejera fue la encargada de organizar este evento en el que las rondas de Altura, Almedíjar, Castellnovo, Jérica, Manzanera, Sarrión, Vistabella del Maestrat, Viver, Gátova, Albentosa y el Centro Aragonés de Valencia llenaron de música las calles.

A las diez de la mañana, en un ambiente festivo, la plaza España sirvió de punto de reunión para los alrededor de 180 músicos que, este año, participaron en este encuentro que comenzó el año pasado en Castellnovo y que pretende seguir edición tras edición celebrándose de manera itinerante.

Desde la plaza España, las rondallas partieron una por una en pasacalle de ronda por la calle Mayor hasta llegar a la plaza del Mesón. Jotas, rondaderas, coplas y seguidillas sonaron de guitarras y bandurrias en un acto en el que tampoco faltaron grandes voces y canciones de época entre los aplausos y ánimos de un público entregado que acudió a disfrutar de una jornada en familia o con amigos.

Una vez llegados a la plaza, tuvo lugar la imposición de corbatas conmemorativas a todas las rondallas, una por una.

Tras la imposición de corbatines y los parlamentos del alcalde, Benjamín Escriche y el presidente de la Rondalla, Carlos Bolós, quienes dieron la bienvenida y las gracias a todos por estar allí, llegó el turno de las actuaciones de la mañana.

Una comida de hermandad con una paella gigante para 500 personas en el salón sociocultural puso punto y seguido a la fiesta que finalizó con las actuaciones de la tarde.