«Liberación» y Magdalena

Tras la entrada de los rebeldes, en 1938, las primeras fiestas que se realizaron en la ciudad se celebraron el 14 de junio y se llamaron muy paradójicamente de la «Liberación». El segundo de los Nicolau, desde su atalaya/consulta de la calle Enmedio, retrató para la posteridad una imagen insólita: la arteria engalanada con banderas nacionales y de Falange, con la cruz de San Andrés y con la cruz gamada. Y a las entradas de la calle, dos arcos triunfales con la triple leyenda: «Franco, Franco, Franco». Por fortuna los nazis perdieron la Segunda Guerra Mundial y el régimen del Caudillo, muy poco a poco, fue virando aquellos ímpetus iniciales y sus «Fiestas de la Liberación» fueron sustituidas por una renovada concepción de la Magdalena en el año 1945. Así, entre las cientos de fotografías contemplamos estampas de la primigenia cabalgata del pregón y unas gayatas escultóricas que en todo se asemejaban a las fallas valencianas. Aún faltaba tiempo para que los sabuts introdujeran las dosis de particularismo localista que nos han traído hasta el día de hoy.

Por último, lanzamos una mirada a la imagen del pintor Porcar en la ermita de la Magdalena, alejado de aquel rumor marcial de los desfiles, que se perdía por la calle Trinidad.