El Ayuntamiento de Castelló aprovechará la cesión y posterior reforma del edificio de la plaza Borrull para reordenar las dependencias que en la actualidad permanecen dispersar por la ciudad, o en condiciones poco adecuadas en diversos edificios.

Fuentes del equipo de gobierno confirmaron ayer que la intención del consistorio es hacer del edificio que albergaba los antiguos juzgados de Castelló un «edificio social», en el que se ubiquen además de las dependencias propias de los servicios sociales municipales en sentido estricto, aquellas en las que la interacción con la ciudadanía sea su razón de ser. Así mismo, esta remodelación encuadra en una idea general de redistribución de las propiedades municipales en las que cada construcción será regida por una idea motriz.

En este sentido, las mismas fuentes apuntan a que el actual ayuntamiento, cuya fachada se está reformando en la actualidad, se reservaría para una función institucional, mientras que el anexo al Palacio Municipal se quedaría a disposición de los servicios económicos y posiblemente, los servicios técnicos se mantendrían en el espacio de Quatre Cantons.

De hecho, esta intencionalidad quedó reflejada en el protocolo que firmaron ayer la alcaldesa, Amparo Marco, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Mientras que la administración valenciana manifiesta la voluntad de ubicar en Borrull la dirección territorial de la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, el Ayuntamiento de Castelló «manifiesta su voluntad de unificar dependencias municipales, en un lugar céntrico y accesible de la localidad».

Cabe destacar que este último aspecto muestra el cambio de paradigma en cuanto a la edificación pública que se ha dado desde la llegada de los gobiernos de izquierdas a las administraciones, y así lo reflejaron ayer las instituciones firmantes del protocolo.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, indicó que la voluntad del Consell «poner el patrimonio al servicio de la ciudadanía», quien apuntó que la cesión se motiva «desde la perspectiva de la rehabilitación, que es también una de las líneas estratégicas del Gobierno».

En el acto también participó la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas inclusivas, Mónica Oltra, quien aseguró que «hoy comienza una nueva era para los servicios sociales en Castellón», así como el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, que destacó la voluntad de colaboración entre las administraciones local y autonómica para el mejor aprovechamiento del patrimonio público.

Por su parte, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, indicó que la ciudad «no podía permitirse tener en el corazón de la ciudad un edificio de estas características en estado de abandono». La primera edil apuntó que «no se trata solo de rehabilitarlo, sino de destinarlo a una de las políticas fundamentales».

Según el protocolo firmado ayer, la Generalitat se encargará de redactar el proyecto de rehabilitación del inmueble, así como asistir a la dirección y ejecución de obra y transmitir la propiedad al consistorio castellonense. El ayuntamiento, a su vez, contratará y financiará en su totalidad las obras de rehabilitación.