El Partido Popular de Castelló ha obtenido sus mejores cuotas de apoyo social cuando ha conseguido trasladar a la opinión pública la idea de que los poderes políticos marginan a la provincia, entendida esta como una unidad política, y proponerse a ellos mismos como mediadores ante esas carencias.
Con esa base ideológica de fondo, la de entender como nadie a la provincia de Castelló, definir su identidad y conseguir favores políticos de los poderes públicos en Madrid y València, el partido liderado por Carlos Fabra superó cuotas de apoyo que en su punto máximo de las elecciones generales de 2011 llegó a superar el 53% de los votos.
Con unos métodos y talante absolutamente diferente y con un partido renovado por Javier Moliner tras los casos de corrupción que han acabado con condenas de cárcel para Fabra y su número 2, Francisco Martínez, el nuevo presidente del partido recupera esa base ideológica para «volver a obtener el apoyo mayoritario de los castellonenses».
Miguel Barrachina, que será ratificado por la militancia en el congreso de este fin de semana en Peñíscola, aseguró en la presentación de su ejecutiva que «nos marcamos dos objetivos genéricos, uno el de la defensa de la provincia y de sus vecinos ante el lío que quiere montar el Consell y València contra Madrid; y después, internamente, queremos asentar el crecimiento que nos dan los resultados electorales».
Para este cometido, Barrachina ha propuesto en la nueva estructura que el alcalde de Peñíscola y vicepresidente segundo de la diputación, Andrés Martínez, ocupe la vicesecretaría de «Defensa de Castellón».
En cuanto a la creación de este departamento, el nuevo líder del PP argumentó su constitución porque «hay un objetivo nada disimulado desde el Consell, que ya no nos llaman provincia de Castelló, sino comarques del nord, en el que la provincia, la diputación, sus asociaciones y sus entidades son una anomalía para ese projecte de país que tienen Marzà y Mónica Oltra».
De hecho, en el congreso de este fin de semana se debatirá una ponencia coordinada por la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castelló, Begoña Carrasco, denominada «+ Castellón», en la que se el partido rechaza «los intentos de usurpar nuestra identidad convirtiéndonos en ciudadanos de segunda y los intentos de adoctrinamiento de nuestros más jóvenes».
A este respecto, Carrasco entra a formar parte de la ejecutiva de Barrachina con la asignación de la vicesecretaría de Estrategia Política, una confirmación que aplaza la especulación sobre su candidatura a la alcaldía de la capital, al menos, hasta el otoño de 2018.
La ejecutiva se completa con la entrada de alcaldesa de Vall d'Alba, Marta Barrachina, que ocupará la vicesecretaría de organización, y de la secretaria local del partido en Nules, Esther Felip, que se hace cargo de la vicesecretaría de Formación, Innovación y Comunicación.
Además, este jueves ya se dieron a conocer las incorporaciones de Elena Vicente-Ruiz como secretaria general, de Luis Martínez como coordinador general y de Vicent Sales como portavoz provincial.
En cuanto a los objetivos, el nuevo líder del PP de Castelló ya apuntó que el principal reto pasa por recuperar las alcaldías perdidas en las municipales de 2015. Para ello, aseguró que se debe consolidar el crecimiento que les dan los resultados electorales. Barrachina se marca el hito de transformar las victorias en alcaldías, ya que en los anteriores comicios los concejales del PP solo fueron capaces de convertir en alcaldías 69 de las 90 victorias obtenidas en las urnas.
