El Ayuntamiento de Almassora remitirá un oficio de alcaldía a la conselleria de Vivienda para solicitar su actuación frente a los numerosos desperfectos que afectan al edificio del 167 de la Avenida José Ortiz y que han sido identificados como potencialmente peligrosos. La fachada del bloque presenta varios desprendimientos de azulejo y el abandono del espacio ha dejado algunos cables al aire, así como objetos en el interior que pueden ser desplazados por el viento.

La alcaldesa, Susanna Nicolau, visitó esta semana la zona acompañada del presidente de la asociación de vecinos de la calle Valencia, Juan Carlos Sánchez, y se comprometió a solicitar la intervención del Consell a fin de garantizar la seguridad de los residentes en las zonas cercanas al edificio, una actuación que para Nicolau es «urgente e inaplazable». La primera edil también confirmó in situ la necesidad de tomar medidas en aquellos espacios que competen a la administración municipal, como la limpieza del entorno y la reparación de la aceras.

Las intervenciones solicitadas por el consistorio «no excluyen que mantengamos nuestra posición respecto a la demolición del edificio, tal como hemos manifestado en varias ocasiones y como nos han pedido los vecinos», concluyó la primera edil.

Así lo recogía también al propuesta de Nicolau que el pleno aprobó el pasado mes de octubre y que apuntaba a que la «única opción aceptable para el Ayuntamiento de Almassora es la demolición de las actuales viviendas, que se encuentran vacías y en un estado de conservación ruinoso».

En aquel momento, el ejecutivo local votó a favor de dejar sin efecto el Acuerdo de la Comisión Bilateral entre el Ministerio de Fomento y la Comunidad Valenciana, relativo a la regeneración del área del 167 de la Avenida José Ortiz y que estaba dotado con 1,7 millones de euros. El Ayuntamiento de Almassora remitió el acuerdo a la Conselleria de Vivienda, junto con un informe técnico que determinaba el estado de ruina.

Caber recordar que hasta tres acuerdos plenarios alcanzados el 19 de octubre de 2015, el 11 de enero de 2016 y el 14 de marzo del mismo año recogen la posición de los grupos municipales contraria a la rehabilitación del edificio y que han reflejado la posición de los grupos municipales contraria a la rehabilitación y señalan el derribo del bloque como única vía posible.