La mayoría de los empresarios de Castelló quiere que continúe una patronal autónoma de Valencia y rechaza sus planes de absorción. La junta directiva votó ayer a favor de la continuidad de la Confederación de Empresarios de Castelló y acordó presentar un plan de viabilidad para sortear el concurso de acreedores.
«Castelló tiene unos intereses que no defiende València y las empresas de aquí necesitan una patronal física que las represente», subrayaron ayer los representantes de la gestora de la CEC tras la reunión de la junta en la que las asociaciones sectoriales avalaron la permanencia de la organización provincial. La directiva de la patronal castellonense celebró una votación crucial para dirimir su futuro y la mayor parte de sus asociados defendieron la estructura provincial y negaron su disolución.
El portavoz de la gestora, Néstor Pascual, informó, junto a otros tres integrantes de la dirección (Juan Vicente Bono, Maite Balada y Fernando Alfonso), que 13 integrantes votaron a favor de presentar un convenio a los acreedores para que pueda proseguir la CEC. La asociación azulejera Ascer fue una de las cuatro sectoriales que votó en contra y anunció su baja de la entidad provincial y su adhesión a la autonómica que lidera el presidente de la provincial valenciana, Salvador Navarro. Ascer apuesta desde octubre por la liquidación de la CEC y ayer certificó su marcha. También se ha incorporado a la regional la patronal provincial del transporte de mercancías, que tiempo atrás ya dijo adiós a la CEC. Ashotur ve con buenos ojos el proyecto autonómico aunque todavía no ha tomado una decisión firme.
Desde la gestora quitaron hierro a la salida de Ascer y resaltaron que la CEC se encuentra con fuerzas para seguir existiendo. Reiteraron su desacuerdo con los planes de Navarro al considerar que supone un intento de la provincia de València de engullir a Castelló y Alicante. «Es como si la CEC se postulara como la regional», espetó la gestora en referencia al proyecto autonómico de Navarro, que pretende reemplazar la Cierval-en proceso de disolución- por la CEV. Este último modelo refuerza el papel de los sectores económicos y plantea sustituir las provinciales actuales por meros consejos territorial consultivos.
Las asociaciones empresariales de Castelló se oponen a los planes de València, tal como ha ido informando Levante de Castelló, y ayer inyectaron oxígeno extra a la CEC, que hace apenas unos meses se encontraba al borde del abismo.
«La gente va pagando sus cuotas y la gestora ha recibido el apoyo de la junta», remarcó Pascual. Tras la votación de ayer, el siguiente paso consistirá en elaborar una propuesta de un convenio o plan de viabilidad a los acreedores, un trámite que se materializará en un plazo de cinco días una vez el juez de lo mercantil admita el informe de la administradora concursal, señalaron los representantes de la gestora, que añadieron que si se acepta se convocarán elecciones para elegir un nuevo presidente de la CEC.
La gestora, cabe recordar, asumió en julio los mandos de forma provisional en lugar de José Roca y Rafael Montero con la misión de reflotar una patronal que hacía aguas.
Superar el concurso no será fácil sin el apoyo de patronales como Ascer o del transporte de mercancías y la deuda de dos millones de euros, pero el empresariado cree que es viable si se impulsa una estructura de mínimos y adaptada a un modelo autosuficiente -fundamentado en cuotas de los asociados y desvinculándose de las subvenciones públicas por cursos de formación-.
Informe concursal
El dictamen de la administradora concursal señala que la patronal de Castelló tiene medios suficientes para existir pero recomienda que ha de «adaptar los fines de su explotación y el mantenimiento de los gastos de estructura existentes, principalmente por lo que hace referencia a personal y otros gastos de explotación, a la obtención de ingresos por cuotas de asociados».
Al respecto, aconseja, entre otras medidas un posible incremento de las cuotas de los socios y la puesta en marcha de nuevos servicios dirigidos al tejido productivo.
