Las asociaciones provinciales de la construcción y la agricultura lideran el intento de resurgir de la Confederación de Empresarios de Castelló frente a los planes de absorción que plantea la provincial de València. La mayoría de sectoriales arropan a la CEC y encaran un proceso de negociación con el proyecto de Salvador Navarro, que ha conseguido el apoyo de Ascer y Ashotur.

«Los problemas de València no son los mismos que los de Castelló», reiteró ayer el portavoz de la gestora, Néstor Pascual, en una entrevista en Radio Castellón. El día anterior, la junta directiva -por 13 votos a favor frente a cuatro en contra y cuatro abstenciones-acordó presentar un plan de viabilidad a fin de sortear el concurso de acreedores. Pascual abogó por mantener el modelo provincial actual y subrayó que aceptan integrarse en la CEV pero conservando su autonomía.

Este movimiento proCEC es alentado sobre todo por las organizaciones minoritarias de Castelló, tal y como ha ido publicando Levante de Castelló. Pascual destacó que tras la complicada herencia económica recibida la gestora ha logrado poner orden y vislumbra algo de luz en el futuro de la CEC. «Tenemos controlado el gasto, las cuotas se están pagando y tendremos dinero para cumplir», subrayó.

Uno de los obstáculos de la provincial se encuentra en la falta de respaldo de las grandes patronales. Asociaciones que representan a algunas de las principales actividades de Castelló como el azulejo y turismo han anunciado su adhesión a la valenciana CEV. Ashotur confirmó el lunes su baja de la CEC, mientras Ascer ratificó en la misma reunión su marcha a València aunque de momento se mantiene de socio en la patronal castellonense. El sábado fue la asociación del transporte de mercancías la que oficializó su incorporación en la CEV.

Pascual confió ayer en que dichas patronales vuelvan a creer en la CEC cuando se acepte el convenio de acreedores y se convoquen elecciones para elegir a un presidente. La apuesta de Ascer y Ashotur por la CEC ahora se antoja complicada ya que ambas esgrimen que el nuevo modelo autonómico es más adecuado para defender los intereses de sus sectores. Desde Ashotur indicaron que las reivindicaciones de sus empresas se defienden mejor junto a los hosteleros de València y Alicante.

Las elecciones de la CEC se convocarán cuando se acuerde el plan de viabilidad, que se presentará en un plazo de cinco días una vez el juez de lo mercantil acepte el informe presentado por la administradora concursal.

Mientras tanto, las pequeñas asociaciones lideradas por la construcción, agricultura y comercio, trabajarán para reconducir la situación económica de la CEC. Aseguran que cuentan con el apoyo de Alicante (Coepa), que ha superado su concurso con una quita de un 95 %. La deuda de la CEC se aproxima a los dos millones de euros y la mayor parte de esta cantidad corresponde a las subvenciones públicas por cursos de formación por parte de la Generalitat. En este caso no se prevé que el Consell condone sus pagos.

De momento no se postula candidato alguno para la presidencia, aunque fuentes internas apuntan que podría proceder de la construcción. El futuro responsable también deberá lidiar con la causa judicial de la CEC de los cursos de formación de la época de Roca y Montero, una gestión que también podría ser llevada a los juzgados.