Lo que Bisontes de Castelló FS está consiguiendo podría decirse que no está al alcance de otros muchos clubes. Cuando Joaquín Sánchez Amorós se hizo cargo del equipo en la temporada 2014-15 lo hizo con pleno convencimiento y con ganas de devolver al fútbol sala castellonense al lugar donde se merecía. Poco o nada se equivocó en aquel momento el empresario de la Vall d'Uixó, que el sábado pasado vio cómo su club certificaba el ascenso a Segunda División tras eliminar a Colo Colo Zaragoza en el Ciutat de Castelló.

Los inicios no fueron fáciles porque la situación que el club arrastraba de temporadas anteriores no invitaban demasiado al optimismo. Problemas económicos y legales, cambios de nomenclatura, deudas con jugadores? El panorama no era nada halagüeño, pero Sánchez Amorós optó por empezar de cero y configuró una base sólida al unir tres clubes castellonenses ya existentes: CFS Grapa de Castellón (nombre con el que figuraba inscrito en la Federación Valenciana el CD Playas de Castellón FS), Inter Castellón FS y Feme Castellón FS bajo la marca de Playas de Castellón FS.

El equipo sénior masculino empezaba a competir en Tercera División, las chicas jugaban en Segunda División y el Inter confería una base de más de un centenar de jugadores de todas las edades.

Primer ascenso

Esa primera temporada, la 2014-15, el equipo que dirigía al igual que ahora Manuel Collado Manolín conseguía el ascenso a Segunda División B y, un año después, también con el entrenador vallero al mano del equipo, el conjunto castellonense finalizaba el campeonato en cuarta posición y se clasificaba por vez primera para disputar la Copa del Rey.

En ese tiempo de crecimiento y consolidación del proyecto, la directiva del Grapa FS -la base del proyecto- firmó un convenio con el CD Castellón y pasó a llamarse Playas CD Castellón. Pero problemas con los derechos de la marca obligaron a Sánchez Amorós a tomar la decisión de cambiar al club de nombre en mayo de 2016 y este pasó a llamarse Bisontes Castelló FS. De este modo se hacía un guiño al primer nombre con el que el laurado Playas de Castellón o Macer FS había empezado a competir en sus orígenes; se decidió modificar también el escudo y se firmó un acuerdo de filialidad con el Alqueries FS. Decisiones para ir creciendo desde la base.

Además, en visos de seguir consolidándos, el club castellonense llegó a un acuerdo de colaboración con CFS Burriana, Atlético Onda FS, l'Alcora FS, Atlético Nules FS y La Mar Benicàssim CFS para tratar de unir el fútbol sala en la provincia de Castelló.

En esta nueva aventura, el equipo de Manolín no solo apeó de la Copa a todo un Elche FS sino que también acabó la fase regular en primera posición tras un final de infarto, se proclamó campeón de Liga en el grupo III de Segunda División B y consiguió superar la eliminatoria de ascenso a Segunda, convirtiéndose por méritos propios en equipo de Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS).