Un gol en el minuto 96 apagó los motores del viaje del Castellón en la promoción de ascenso. No habrá tercera eliminatoria o, mejor dicho, la tercera eliminatoria no se jugará en el césped. El albinegrismo asume que la tercera eliminatoria es David Cruz. Tras el KO futbolístico en Tafalla, las miradas se centran en la discutida figura del presidente y en un posible traspaso de poderes en el club de la capital de la Plana. En ese sentido, el entrenador Manu Calleja ha rescatado en los últimos días la vía china: desliza que el grupo Ledus está cerca de cerrar un acuerdo de compra.

No es nuevo. La filtración se arrastra desde los meses de febrero y marzo. Pero se ha reavivado en los últimos días. Domingo Sevillano, el agente que hizo de intermediario para contactar a las partes, estuvo el sábado en Tafalla. En una parada en el viaje de vuelta, el autobús de la plantilla coincidió con un autobús de aficionados. Allí, en el área de servicio, el entrenador Calleja dijo al círculo de hinchas lo mismo que viene diciendo a la plantilla, y a quien quiera escucharle. Que el acuerdo está casi cerrado, que habrá noticias en los próximos días.

Movimientos

Curada de espanto, la plantilla observa con escepticismo los movimientos. Pocos se ven en el club si David Cruz continúa al frente. La mayoría ha denunciado ante la AFE los impagos en las nóminas, uno de los focos económicos que asfixian al consejo de administración. Otro de ellos, quizá el más importante por las consecuencias, es Hacienda. Jordi Bruixola, otro de los interesados en tomar el control del club, ha mantenido contactos para interesarse por la situación. El grupo de Bruixola también se reunió con diversas empresas de Castelló con la intención de ganar músculo financiero de cara al desembarco en el club, al tiempo que negocia con Cruz (se hablan incluso de cifras y condiciones concretas de pago) para facilitar el cambio de guardia.

Asimismo, Cruz ha ido ganando opositores. La invasión de Castalia agitó la rutina de palacio, que intuye futuras movilizaciones. Los ecos de las protestas de la afición han llegado a instancias judiciales y políticas, actores clave en la película si Cruz se enquista en su sillón. El Castellón vuelve a ser un problema latente. «El futuro del Castellón no pasa por Cruz», sentenció Amparo Marco, la alcaldesa de Castelló, en un vídeo en redes sociales. Una vez terminada la temporada, la junta de gobierno debatirá próximamente si rompe o no el convenio de Castalia. Es una de las medidas de fuerza que baraja el consistorio para presionar al presidente, cuyo supuesto plan de viabilidad todavía desconoce.