«El primer ladrillito», dijo Àngel Dealbert, y le compramos la idea. El grupo gestor de la entidad albinegra presentó a grandes rasgos su proyecto de rescate del Club Deportivo Castellón. El nuevo presidente, el empresario Vicente Montesinos, eludió concretar plazos, cifras y nombres en la mayoría de los temas, pero subrayó la importancia de esa primera piedra que puede sostener la construcción de una nueva época en el club orellut. «Un club de Castellón para Castellón», sentenció Montesinos en la abarrotada sala de prensa de Castalia, donde compareció rodeado de Jordi Bruixola, el nuevo director general, y los futbolistas Pablo Hernández y Àngel Dealbert, que hicieron un llamamiento a la afición para volver a llenar el estadio. «Entre todos», dijo Dealbert, que no descartó incluso volver a vestir la camiseta albinegra en el corto o medio plazo, y que participará en la confección de la próxima plantilla.

La fórmula

Montesinos explicó la nueva realidad. «Tras muchos meses de trabajo, el lunes firmamos en notaría la toma de control del club. Ese era el objetivo primero, cambiar el rumbo. Es el mejor acuerdo posible. La propiedad de las acciones no se ha comprado porque no es comprable lo que no se puede vender. Venimos de una época oscura y queremos arrojar luz. Lo que ha pasado en este club no tiene nombre. Vamos a trabajar desde la responsabilidad, la ilusión, la transparencia, la profesionalidad y la exigencia. El club estaba enfermo en la UCI. La intención era salvar la situación por todos los medios, el objetivo es salvar al Castellón. Tomamos el control del consejo de administración y a partir de ahí llegan decisiones críticas. Las decisiones serán las que tomemos nosotros porque tenemos la mayoría en el consejo (Alfonso Hernández -el padre de Pablo será el vicepresidente-, Jordi Bruixola y el propio Montesinos formarán el consejo junto a José Cano Coloma, el abogado de David Cruz), y además nos han cedido los derechos políticos de las acciones. Vamos a hacer una auditoría para saber las cuentas reales del club. Entonces estableceremos un plan de viabilidad». Montesinos pidió tiempo, «acabamos de aterrizar», y rechazó dar detalles del acuerdo con David Cruz «por una cláusula de confidencialidad».

Las intenciones de los nuevos gestores pasan por reducir, llegado el momento, el actual capital social, y realizar una ampliación para controlar la mayoría de las acciones. Ante la amenaza de un cambio de escenario en el caso de que José Manuel García Osuna, el anterior propietario, recupere las acciones en el litigio que mantiene con David Cruz, Montesinos afirmó que «se va a estudiar absolutamente todo. El del Castellón es un paisaje complejísimo. Creo que hemos logrado lo más difícil y estamos convencidos de que ahora que estamos dentro contaremos con el apoyo de las empresas». También de las instituciones, y también sin mucho concretar por el momento: «sin duda desean lo mejor para este club y estoy convencido de que estarán con el CD Castellón». «Adecentar Castalia está en la agenda», comentó el presidente respecto al estadio municipal, «nos sentaremos amigablemente con el ayuntamiento».

No solo con ellos. «Nos hemos reunido con Hacienda, con la banca, con Fogasa, con Seguridad Social, con todas las instituciones... pero hasta no estar dentro no se pueden cerrar acuerdos». Hacienda es el principal campo de batalla. «Se ha incumplido el convenio y ahora está debilitada la posición del club. En cualquier momento podemos tener noticias fatídicas», deslizó Montesinos, que a su vez tranquilizó a la afición respecto al fantasma de la desaparición. «En el primer partido de la próxima temporada el Castellón saldrá a competir, por supuesto, y a ganar». Fue más allá: «llegaremos al centenario» en 2022, «el club es el Inmortal y seguirá siendo inmortal». Repitió el ruego de «una oportunidad» a la afición. «Que vengan a Castalia. Sin ellos será imposible». Insistió en la parcela emocional, como castellonense y albinegro. «Queremos que sea un club con alma, porque este club tiene alma, y quizá otros no. El amor a unos colores nos ha hecho seguir adelante. No tengo palabras para expresar qué significa para mí ser el presidente del Castellón. Necesitamos a todos. Lo principal es normalizar las relaciones con los aficionados. Todos son importantes. Lo que no puede ser es que nos admiren fuera y que aquí los maltratemos».

Las prioridades de pago del nuevo consejo pasan por «salvar el momento. Principalmente afrontar la deuda con la plantilla y el cuerpo técnico, el personal del fútbol base...». No hubo detalles tampoco respecto a lo deportivo. «Será una plantilla competitiva porque el objetivo será por supuesto ascender de categoría», apuntó Bruixola, que insistió, "hay mucho trabajo que hacer, acabamos de aterrizar". Entre los nuevos cargos del club, Pepe Mascarell será director de comunicación y marketing, y Javier Heredia impulsará los ámbitos sociales y del fútbol base.