La Confederación de Empresarios de Castelló prevé presentar antes de que finalice la semana el plan de viabilidad con el que pretende sortear el concurso de acreedores. La gestora propondrá una quita de un 50 % y liquidar el total de su deuda, que ronda los dos millones de euros, en diez años, pero la oposición de la extinta Cierval a esta propuesta complica la supervivencia de la organización castellonense. La antigua patronal autonómica concentra el 27 % de la deuda -571.028 de 2.087.024 millones de euros - y el informe del administrador concursal de la CEC la califica de subordinada, es decir, la última parte de los acreedores que cobraría.

Este informe sitúa como créditos prioritarios o privilegiados 335.502 que se adeudan a 16 extrabajadores de la CEC en concepto de indemnizaciones, 16.460 que se debe a la Administración (Seguridad Social y Hacienda, especialmente), y 200. 000 a una entidad financiera. Luego califica de ordinaria ladeuda de 62 acreedores que asciende a 864.168, y por último estarían como subordinados 670.892 euros, de los que la Cierval acapara 571.028 euros.

El plan de viabilidad de la CEC, que adelantó Levante de Castelló la semana pasada, contempla el pago inmediato de los acreedores privilegiados (551.962 euros), a partir del quinto año de cinco los 864.168 de los acreedores ordinarios, y a partir del décimo año los 670.000 de los subordinados. En este último caso también se incluyen 55.537 euros de un centro de formación contratado por la CEC y cinco euros al Ayuntamiento de Castelló.

Cierval ha impugnado la calificación de su deuda de subordinada y pide que se considere ordinaria. Esta discrepancia pone en peligro el necesario convenio con los acreedores que persigue la CEC. Además, indica que es insuficiente la deuda que menciona el informe y la aumenta en otros 334.000 euros (hasta los 905.000 euros).

La vieja patronal autonómica se encuentra en liquidación pero las deudas serán defendidas por la nueva patronal que la sustituye (CEV) . Esta ultima parte de la provincial valenciana, la única entidades de las tres de la Comunitat Valenciana que no ha entrado en concurso de acreedores. La CEV, que preside Salvador Navarro, propone reemplazar las actuales estructuras provinciales por consejos consultivos y reforzar el peso de las sectoriales. Garantiza la representación provincial de Castelló con una de las seis vicepresidencias de la nueva organización, que se sumará a otra de Ascer como representante de los sectores económicos.

Las asociaciones empresariales de Castelló de menor envergadura lideran la defensa de la actual CEC. Entre otras se encuentran las de la construcción, agricultura y comercio. En la ultima junta directiva, la mayoría de entidades votó a favor de presentar el plan de viabilidad e intentar salvar la CEC. «Los problemas de Castelló son diferentes a los de València», subrayó entonces el portavoz de la gestora, Néstor Pascual.

Pero el desacuerdo con la deuda de Cierval supone un serio obstáculo para la patronal castellonense. Sin su visto bueno, el convenio con los acreedores se aleja. Para este año ha asegurado los ingresos en cuotas de sus asociados de 70.000 euros. Las grandes patronales han abandonado la CEC y se han marchado a la futura autonómica. Las organizaciones defensoras de la CEC quieren que València les asegure la continuidad de su autonomía actual, y confían en recuperar subvenciones retenidas o paralizadas por la Generalitat vinculadas a cursos de formación de la patronal.