La patronal del azulejo (Ascer) ha sido la última sectorial que ha anunciado su baja de la Confederación de Empresarios de Castelló. Anteriormente ya lo habían hecho las sectoriales del transporte de mercancías y de turismo (Ashotur). También se prevé la marcha de las organizaciones de la gran distribución y de supermercados. De esta forma, la CEC ha perdido 5 de las 30 asociaciones con las que comenzó el año. La mayoría de colectivos empresariales de Castelló quieren salvar la CEC para conservar la autonomía actual en la nueva patronal autonómica, pero las entidades que han renunciado representan los sectores punteros de Castelló como el turismo y la cerámica.

El informe concursal contempla en 2017 ingresos de 68.848 euros por cuotas de 23 de los 30 asociados. Ascer ha informado que confirmará su baja el 31 de octubre,una vez finalice el periodo de pago de las cuotas, y que seguirá asistiendo hasta entonces a las reuniones.

Ascer fue la primera organización que dio la voz de alarma de la gestión de los anteriores dirigentes José Roca y Rafael Montero. Este movimiento animó al resto de empresarios a forzar la marcha de Roca y Montero al comprobar que la situación económica era insostenible.

Luego, Ascer cedió a un directivo para dirigir la secretaría general de la CEC de modo provisional. Desde octubre considera que la liquidación es la única salida posible al considerar inviable la devolución de los dos millones de deuda que se acumulan, y tras el informe del administrador concursal se mantiene en esta posición. Ashotur, por su parte, esgrime que los intereses del sector turístico estarán mejor reivindicados de forma unitaria junto a los empresarios del sector de Alicante y Valencia. Ascer, Ahsotur y el transporte de mercancías han decidido adherirse a la CEV de Salvador Navarro, que propone sustituir las actuales estructuras de provincia por consejos territoriales consultivos y reforzar el peso de las sectoriales.

Cabe tener en cuenta que la extinta Cierval ha impugnado este documento por calificarse su deuda de subordinada en vez de ordinaria. Este rechazo complica que los acreedores asuman el plan de viabilidad ya que Cierval acapara un 27 % de los impagos de la CEC. Además, pide elevar la deuda de los 571.028 a los 905.000 euros. Los partidarios de la continuidad de la CEC confían en superar el concurso con el plan de viabilidad, que se presentará este viernes, y en recuperar parte de las ayudas de la Generalitat Valenciana paralizadas de los cursos de formación. Su idea es saldar de forma inmediata la deuda de la Seguridad Social, a partir del quinto año los ordinarios, y los subordinados a partir del décimo.