Frank Castelló tiene sus puntos. Comenzó la rueda de prensa haciendo referencia a Fray Luis de León, y ese «decíamos ayer» que rescató después Miguel de Unamuno cuando recuperó su puesto en la Universida de Salamanca. Fray Luis de León abrió así su primera clase tras pisar la cárcel condenado por la Inquisición, y Frank lo hizo ayer tras un destierro de seis meses ordenado por Da-vid Cruz. «Me siento así», deslizó.

Frank Castelló fue destituido el pasado 31 de diciembre cuando el Castellón era segundo y acumulaba 16 jornadas sin derrotas. El despido, declarado después improcedente, culminó la tensa relación entre el palco y el vestuario. Cruz acusó a Frank de liderar la revuelta que siguió a los despidos de los futbolistas Arturo Navarro, Alberto Ramos y Borja Gómez. El técnico de Bocairent recibió el apoyo de la afición y mantuvo el respaldo de buena parte del vestuario, difuminado por el paso de los meses y las nuevas jerarquías impuestas con las incorporaciones del mercado invernal.

«Fue un calvario», dijo ayer Frank, «han sido meses fotuts porque no me dejaron acabar el proyecto. No fue un cese normal. Dejé al equipo segundo y pensando que podíamos buscar la primera plaza. Por eso ahora estoy muy agradecido de que hayan confiado en mí en el club, y también de sentir el apoyo de los aficionados, y espero devolvérselo».

Aficionados

De los aficionados también habló el presidente Montesinos. «Todas las asociaciones son importantes porque ejercen de canalizadoras del sentimiento albinegro. El club mantendrá las mejores relaciones. Un nuevo colectivo (en refencia al que aglutina a las peñas de GNB) nos ha pedido una reunión y estaremos encantados».