Una de las principales quejas de los vecinos del Primer Molí, también de Sonia Lapierre, es el mal estado de las jardineras de la plaza Juan XXIII, que fue remodelada hace un año, aproximadamente. No obstante, desde entonces no se ha plantado ni cuidado la acera en la que, se supone, tendría que haber una pequeña zona verde.

Actualmente está totalmente dejada, con la instalación del riego por goteo, pero sin plantas. Sonia Lapierre propone que, en lugar de poner plantas, se ponga piedras ornamentales como en María Rosa Molás. De esta manera, el mantenimiento sería más cómodo, económico y tendría una mejor presencia.

Juan Armengol, otro vecino de la zona, también se muestra muy crítico con el abandono de esta parte del barrio. Considera que la concejala de Sostenibilidad Ambiental, Sara Usó, debería tomar cartas en el asunto y adecentar las jardineras.

El problema de la limpieza también es relativamente acusado en ese barrio. Según Sonia, se podría mejorar aunque, añade que, en ocasiones son las personas las que deberían tener más civismo, «tanto en la limpieza como en la recogida de cacas de los perros», apostilla. Con todo, confían en que desde el consistorio tomen nota y solucionen estos problemas.