Llega a la redacción hablando por el móvil y una se imagina que en los últimos días ha tenido que atender mil y una llamadas. Su llegada al CD Castellón junto a Vicente Montesinos, Pablo Hernández y Ángel Dealbert ha despertado de nuevo la ilusión de la afición, por eso Jordi Bruixola es consciente de que tiene ante sí una gran responsabilidad y un árduo trabajo por hacer para disipar todo tipo de dudas.

Empieza su segunda etapa en el Castellón, ¿qué motivos le han vuelto a traer aquí?

En la primera etapa cuando llegué al Castellón, llegué porque sabía lo que era este club. Cuando estoy dentro y estoy cuatro meses y veo lo que es, aún es mucho más de lo que pensaba. Me fui muy triste porque pensé que tenía mucho que dar y me di cuenta de que podíamos hacer un gran proyecto, así que hablé con Pablo Hernández, Ángel Dealbert, con Vicente Montesinos y más gente, y pensé que valía la pena arriesgar tiempo y esfuerzos para poder hacer un proyecto bueno.

¿Qué potencial se le ve a este club desde fuera?

La gente que nos hemos dedicado al fútbol toda la vida conocemos las marcas y el Castellón es una marca muy introducida en la sociedad. Es un club con una historia muy buena, con problemas en el presente y en el futuro, pero con una historia sólida. Considero que cualquier entidad, pueblo o ciudad que tenga una buena historia y un buen pasado se puede construir un buen futuro. Eso es la clave de todo.

Y en ese futuro, ¿cuál va a ser su papel?

Yo soy el que los he liado a todos -bromea-. Lo primero que hice fue contactar con exjugadores que conozco, con los que coincidí en el Valencia CF pero que tienen un pasado aquí en Castelló, como Javi Sanchis, que es de mi pueblo; Robert Fernández, Pablo Hernández y su padre, con Ángel Dealbert e, incluso, con Mendieta. Gente que son muy del Castellón como siempre me dicen. Y ellos me animaron mucho a que me decidiera a venir y hacer un proyecto interesante y serio. También porque me comentaron que la gente de Castelló quiere que de una vez por todas se haga un buen proyecto porque tienen ganas de fútbol.

De ahí su insistencia, ¿no?

Mira, cuando yo estaba en el Valencia, a veces hablaba con algunos jugadores del Castellón y me daba cuenta de que los que han pasado por aquí, por el motivo que sea, tienen siempre un gran recuerdo. Mira por ejemplo Del Bosque, que tiene muy marcada su etapa aquí y siempre la recuerda. Creo que algo tiene el Castellón y a mí me pasó un poco lo mismo: como conozco el mundo del fútbol y sé lo que ha sido el Castellón porque he venido con el Valencia y he visto cómo se ha llenado Castalia, creo que hay mucho trabajo por hacer aquí y, sobre todo, creo que si hacemos las cosas con normalidad y lógica y somos capaces de enganchar a la gente se puede hacer un proyecto muy importante.

Imagino que sin dejar de lado la parte menos sentimental, que es la de hacer negocio.

En este caso, nosotros tenemos que trabajar en el Castellón como una empresa. ¿Para qué? Para dotarla de recursos y hacerla competitiva. Todas las empresas tienen que ser competitivas y el Castellón tiene que serlo. A mí no me gusta hablar de empresas sino de clubes de fútbol, evidentemente, pero sí que tenemos que estar con los mejores profesionales aunque el club esté en Tercera; con los jugadores más competitivos, aunque el club esté en Tercera; con el mejor entrenador, con el mejor staff gestor y ejecutivo.... El Castellón está por encima de todos nosotros y se merece gestores de nivel. El que esté en Tercera es una anécdota porque no es un club de Tercera, es un club de Primera, de Segunda División, y ese es su sitio y debe ser su sitio. Y, lógicamente, por eso la exigencia es tan grande.

¿No tiene la sensación de que se les va a exigir más de lo que se debería exigir inicialmente?

Sí. Conocemos mucho el sector del fútbol, conocemos mucho cuál es la exigencia y sabemos que ahora tenemos a la gente muy expectante. Incluso diría que están muy contentos con nuestra llegada y noto que hay mucha ilusión, pero sabemos que si las cosas no se hacen bien, todo esto se convierte en todo lo contrario. Entonces, tenemos que estar muy pendientes de todo lo que hacemos, de los aficionados y tenemos clara cuál es la exigencia. Creo que esta exigencia es la que hace atractivo al Castellón porque otros clubes de fútbol que no la tienen, y esa prisa por hacer las cosas es también lo que nos apasiona. El fútbol puede ser muy bonito cuando tú vas consiguiendo tus objetivos y aquí hay mucho por hacer.

Hay ilusión pero, ¿entiende que también haya dudas?

Claro que entiendo que haya dudas pero nosotros las dudas las iremos disipando todo lo que podamos y lo más rápido posible. Pero lo queremos hacer con trabajo. Las palabras al final están muy bien pero creo que con el trabajo nuestro y nuestras decisiones empezarán a darse cuenta de quiénes somos y se irán las dudas. Queremos convertir las dudas en ilusión.

La principal es que David Cruz no se haya marchado definitivamente y que José Cano-Coloma siga en el consejo.

Nosotros hemos tomado el control de club y podemos tomar cualquier decisión que entendemos sea buena para el club. Ahora mismo lo que más nos preocupa es salvarlo en estos momentos y darle una viabilidad. Ese es el gran trabajo de verdad que tenemos que hacer: darle viabilidad al club de una forma definitiva. Y, evidentemente, llevamos mucho tiempo trabajando y creo que la operación que hemos hecho es la mejor en estos momentos. La mejor. Porque lo hemos estudiado y tenemos muy claro que si entramos, entramos con total libertad para poder gestionar. Si no, no lo hubiéramos hecho.

En ese plan de viabilidad hay aportaciones económicas de Montesinos, Dealbert y Pablo inicialmente, pero también han hablado con otras empresas. ¿Qué respuesta están teniendo a nivel empresarial?

En cualquier reunión que hemos mantenido con empresas o instituciones la predisposición ha sido máxima y hemos encontrado el apoyo de muchas, lo que nos ha hecho trabajar y luchar mucho más si cabe para tomar el control del club. Son empresas que no nos van a ayudar a nosotros sino al Castellón. Si ahora todos nos ayudamos, el gran beneficiado va a ser el Castellón, no Jordi Bruixola, ni Montesinos, ni Pablo, ni Ángel. Lo que es muy importante es el paso que han dado estas personas en este momento tan delicado y difícil, y asumiendo riesgos económicos particulares para ellos, pero lo han hecho por el club, sin mirar nada más.

El otro día en su presentación dijeron que iban a auditar ahora las cuentas. ¿Cómo se meten en un proyecto tan ambicioso sin saber lo que se van a encontrar?

Eso forma parte del tipo de sociedad que es. En el mundo del fútbol hay un capital emocional. Si esa emoción no estuviera en esto, probablemente nadie se plantearía tomar el control de una sociedad como el Castellón tal y como está. Pero hay otros factores como el sentimental, el emocional, el factor fútbol, el social.... que hacen que tomes decisiones de forma diferente en el fútbol.

¿Creen que el pufo que se van a encontrar es más grande de lo esperado?

Estamos analizando esta situación. Sabíamos algunas cosas y otras no, pero al final no es lo que esperes sino lo que hay. Da igual que te esperes poco o mucho porque lo que hay es lo que tenemos que afrontar. Sabíamos a lo que veníamos y, aunque la situación es delicada, hemos enttrado a eso.

La alcaldesa Amparo Marco también quiere ver ese plan de viabilidad...

Entiendo perfectamente a la alcaldesa, pero nosotros somos gestores con una gran experiencia en el mundo del fútbol, sabemos perfectamente hacia dónde queremos llevar el club y lógicamente, cuando tengamos la oportunidad de vernos con ella, le explicaremos todo como está y nuestro plan porque la gente espera mucho de nosotros y no podemos defraudar a nadie.

El dinero que entra, ¿es a fondo perdido o es un préstamo?

Eso no es lo importante de verdad. Lo importante es que estas personas van a ayudar al Castellón económicamente y ese es el valor más grande que hay. Es un capital emocional que ellos van a invertir en el Castellón y, probablemente, en otro tipo de empresa no lo habrían hecho. Ya calculan el riesgo que es poner un dinero en una sociedad como el Castellón y estando como está. El capital social de estas personas ha servido de inicio para salvar de momento el club, independientemente de lo que pase después.

Entonces, ¿para cuándo la ampliación de capital?

Parece que queremos despejar balones, pero es que necesitamos como mínimo dos o tres meses para tener un análisis claro del club y, después, para saber claramente la medida exacta que le vamos a dar para tener viabilidad. Cuando tengamos el diagnóstico, entonces lo diremos claramente.

En la lista de urgencias está pagar a los jugadores para desbloquear las fichas y Hacienda.

Hay que tener calma. Es una situación delicada, sí, pero hay que seguir hablando y nosotros queremos convencer a todo el mundo, incluida Hacienda, explicándoles que hay un proyecto para mucho tiempo, un proyecto en el que tenemos muy bien estudiados los pasos que tenemos que dar y queremos demostrar este proyecto tiene viabilidad. Está todo muy complicado, pero lo tenemos muy bien estructurado para hacer frente. Lógicamente nos preocupa el tema de Hacienda y otras muchísimas cosas como que los jugadores estén bien, que cobren, que la afición se vuelva a enganchar al club.... Y tenemos muy claro que para que este club vuelva a ser competitivo tenemos que invertir en mucho trabajo a nivel social, en el tema deportivo y estando siempre encima de las personas que se han sentido maltratadas.

Y, ¿a nivel judicial? Porque el club tiene abiertos dos importantes frentes contra Cruz y Castellnou y se está a la espera de saber de quién son realmente las acciones.

Tenemos estudiada cualquier contingencia que pueda haber. Efectivamente nosotros públicamente no vamos a hablar de cuál es la estrategia a seguir, pero sí tenemos contemplados todos los posibles escenarios y, aun así, hemos decidido dar el paso.

Cuando se iniciaron esas conversaciones se habló de que Amedeo Carboni llegaría con usted, ¿está él en este proyecto?

No. Yo tengo una muy buena relación con Amedeo porque estuve muchos años con él en el Valencia y es una persona muy inquieta que también sabe que el Castellón es un gran club. A mí no me extraña que en su momento quisiera poder estar aquí también, pero él está en otras cosas.

Entonces ¿no se va a sumar ninguna otra cara conocida?

De momento no, pero hay gente y muchas caras conocidas que sí van a formar parte de este proyecto de una manera o de otra. Y, además, creo que es lo que toca.

Si Pablo y Ángel generan confianza, imagino que cuanta más gente se una mejor.

Lo que más conocemos nosotros es gente del mundo del fútbol y vamos a traerlos hasta aquí.

Ellos están en activo todavía, pero ¿qué papel van a tener?

Van a aportar muchísimo a nivel de experiencia para los jugadores y el entrenador, van a ser un gran apoyo para todos y van a estar para todo. Fue una suerte que cuando les presenté el proyecto, ellos y Vicente (Montesinos) no tuvieron ninguna duda en apostar por el club porque ellos quieren que esto salga bien porque se juegan mucho y quieren que este club funcione y esté en la élite.

Incluso Ángel ya ha dicho que no descarta volver a jugar aquí.

Tanto Ángel como Pablo no esconden que les gustaría volver a vestir la camiseta albinegra, lo tienne clarísimo -sonríe-.

Está claro que si el equipo estuviera en Segunda B sería más fácil, pero ¿les trastocó su planteamiento el hecho de que no se ascendiera?

Estar en Segunda B habría sido mucho mejor porque estás ya casi en el fútbol profesional y nos habría gustado empezar ahí, pero vamos a empezar desde abajo y vamos a pelear desde el primer día porque el Castellón no se merece estar ni un minuto más en Tercera. Y eso es una exigencia, no un objetivo. El objetivo es dar viabilidad al club y la exigencia es estar en Segunda B.

Y, qué pasa con el fútbol base? Porque a ellos también se les ha maltratado y mucho.

Ese es otro de los puntos importantes. Vamos a crear un primer equipo competitivo, con la máxima exigencia; y en el fútbol base no voy a decir que vaya a ser una escuela modélica pero sí estaremos pendientes de los niños, de la ropa, de los entrenadores, de los delegados... Queremos cambiar la dinámica que había.

Un cambio de imagen en toda regla se podría decir.

Sí, y vamos a trabajar mucho a nivel de marca. Vamos a implantar el área de negocio donde vamos a relanzar la marca del Castellón a todos los niveles: de la ciudad, de provincia, a nivel Comunitat Valencinaa y también a nivel nacional, y vamos a darle una dimensión diferente. Vamos a trabajar como si estuviéramos en Champions.