Rusia ganó con facilidad el partido inaugural de la X Copa Confederaciones al derrotar a la débil Nueva Zelanda (2-0) en el espectacular San Petersburgo Arena.

Los pupilos del ruso Stanislav Cherchésov dominaron el partido de principio a fin, aunque les faltó clarividencia en ataque, mientras que los neozelandeses se limitaron a defender con los once futbolistas detrás del esférico y a probar suerte a balón parado.

Rusia debutaba en esta torneo, considerado unánimemente el ensayo de cara a la Copa Mundial, mientras que los neozelandeses participan por cuarta vez. No obstante, en el partido no hubo color para alegría del presidente ruso, Vladímir Putin, que acudió un estadio de fútbol por primera vez en largo tiempo y que estuvo acompañado por el máximo dirigente de la FIFA, Gianni Infantino.

Fue a la media hora cuando Glushakov tras un magnífico pase al primer toque de Poloz fabricó el primer gol del partido y del torneo al elevar el balón sobre la salida del portero, aunque el último jugador en tocar el balón después de que este fuera escupido por el poste fue Boxall.

Smólov, la estrella del equipo eslavo, que había pasado inadvertido, marcó el segundo gol del partido. Recibió el balón en tres cuartos del campo, se escapó de su marcador, lo cedió en la banda a Samédov, que dio un pase aprovechado por el propio Smólov.