La Confederación de Empresarios de Castelló ha preparado una plan de viabilidad en el que espera que los acreedores acepten el cobro de la deuda de dos millones de euros en un periodo de 20 años. Si no hay acuerdo, la CEC entraría en liquidación. Para aumentar los ingresos confía en el regreso de los asociados que se han dado de baja (Ascer, Ashotur y el transporte de mercancías), la captación de nuevas empresas, el alquiler de dependencias de su sede (edificio Sindical) y la prestación de servicios.

Subraya que «a pesar de las dificultades que ha atravesado), ha mantenido «un alto nivel de fidelización» con 23 asociaciones adscritas en la actualidad, y resalta la necesidad de preservar la CEC «para que los empresarios de la provincia de Castelló tengan presencia y voz propias». El obstáculo más complicado que ha de superar la patronal castellonense es su deuda, ya no sólo por la elevada cifra, sino porque uno de sus principales acreedores como es la Cierval ha impugnado el informe del administrador concursal al calificar su deuda como subordinada y no ordinaria (se cobraría en la última fase).

La continuidad de la CEC, admite el documento, queda a expensas de que los acreedores acepten el plan de pagos, especialmente los ordinarios, que representan el 40 % del total de la deuda.

Así, el plan de explotación proyecta previsiones hasta 2037 y queda relacionado a la devolución de la deuda. El pasivo, tal como ha ido informando este diario, queda estructurado en créditos con privilegio especial (200.000 euros), privilegio general (351.962), ordinarios (864.164), subordinados (670.892 ) y créditos contra la masa (71.000). Según el plan de pagos, los créditos contra la masa (retrasos en salarios de extrabajadores y deuda con Hacienda y Seguridad Social) se abonarían el primer año. El privilegio general (indemnizaciones laborales no asumidas por el Fogasa) se retornarían hasta en ocho años. Luego se contempla una quita del 50 % en los ordinarios. El 50 % de los mismos se abonaría con cinco años de carencia y en las siguientes cinco anualidades. En los segundos diez años se aportarían los subordinados, a los que también se propone una quita del 50 %.

El plan de viabilidad contempla el plan de pagos en cuatro escenarios, entre los que se recoge la posibilidad de que la deuda de Cierval sea reconocida finalmente como ordinaria.

Contención en gastos

Si los acreedores asumen esta propuesta, la CEC impulsaría un importante ajuste en los costes desu estructura. El plan de viabilidad recoge una contención en la plantilla y prevé en una primera fase únicamente como personal a un secretario general y a un técnico. Proyecta una disminución de los costes operativos y mantiene abierta la posibilidad de adherir la entidad a la nueva CEV y a la CEOE. Los ingresos previstos empezarían con 311.800 euros en 2018 y alcanzarían los 527.000 en 2037. Para cuadrar estos números se espera un aumento de las contribuciones de empresas y posibles ingresos de la Ley de Participación.