Encontrar trabajo sigue siendo complicado para la mayoría de las personas, más si tienes una discapacidad, y más todavía si las administraciones no fomentan la inclusión de las personas con diversidad disfuncional en todos sus sentidos. Este es el caso del hijo de Elena Aledón que, según narra su madre, lleva diez años inscrito en la bolsa de trabajo de celador, dependiente de la Conselleria de Sanitat, «y nunca le han llamado para trabajar». Según denuncia, la orden que regula el empleo temporal no favorece la inclusión de las personas con diversidad funcional.

Elena Aledón vive en Castelló con su hijo de 31 años al que le han reconocido una discapacidad del 33 por ciento. Es técnico en emergencias sanitarias y antes de la crisis estuvo trabajando como técnico en transporte sanitario, circunstancia que «avala que mi hijo puede desarrollar el trabajo perfectamente». No obstante, fue despedido y, desde entonces, no ha vuelto a trabajar. Pasa los días enteros en casa sin apenas contacto con el exterior.

Fue entonces cuando se apuntó a la bolsa de trabajo de la Conselleria de Sanitat, pero nada. «Solo trabajó tres meses de celador y después de que fuera a hablar con el responsable de Recursos Humanos del Hospital General de Castelló», cuenta Aledón. Esta circunstancia hizo que tuvieran que recurrir al Síndic de Greuges para reclamar a la Generalitat que «respetara» el cupo reservado para las personas con discapacidad. Cuál fue la sorpresa que su hijo está inscrito en una bolsa de empleo temporal regulada por la Orden de 5 de octubre de 2009 que, como la misma Generalitat reconoce en varios escritos, si bien no imposibilita el acceso de las personas con discapacidad, «tampoco lo facilita», apostilla la madre. Asimismo, en el mismo escrito, la Conselleria de Sanitat añade que se está negociando en Mesa Sectorial la nueva orden de contratación temporal en la que se estudiará la posibilidad de regular un sistema para la contratación temporal de personas con diversidad funcional.

De eso hace ya un año y la situación sigue igual, dice la madre. Y es que, la primera reclamación la puso en el año 2014 y desde entonces, nada ha cambiado. Ni la recomendación del Síndic de Greuges hizo que la conselleria tuviera en consideración la discapacidad del castellonense, y eso que la respuesta fue clara. «Recomendamos a la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública que adopte las medidas necesarias que permitan hacer efectivo el derecho de las personas con diversidad funcional a integrarse en la administración sanitaria valenciana. En este sentido, le sugiero que, a la mayor brevedad posible, ponga en funcionamiento la bolsa de trabajo que permita la contratación temporal de personas con diversidad funcional», se recoge en el escrito del Síndic de Greuges.