Castelló se encuentra a la cabeza en el turismo rural de la Comunitat Valenciana. En 2015, las casas rurales registraron una cifra de visitas similar a la provincia de València y el doble que Alicante, según destaca el libro blanco para una nueva estrategia turística de la Comunitat Valenciana.

El informe, elaborado por la Agència Valenciana de Turisme y que recoge la opinión de los agentes implicados, destaca que Castelló recibió en 2015 un total de 50.194 turistas rurales frente a los 51.249 de València y 30.014 de Alicante. Asimismo, el número de casas rurales en Castelló se situó en 459, lo que supone un incremento de un 7, 75 %. El número de plazas ascendió en 2015 a 3.298, lo que representa un aumento de un 10, 56 % de 2016 a 2015. Dicho año se materializó el cambio de clasificación en estrellas, siendo la mayoría de las casas rurales de dos estrellas (92, 81 %). En cuatro estrellas hay un 5,01 % , de cinco un establecimiento y de una estrella está el 1,5 %. De 2006 a 2014, la categoría superior es la que registró tasas de crecimiento más elevadas, con un 712 %, ya que esta categoría pasó de carecer de plazas en 2006 a 178 en 2014.

El turismo rural se presenta como una de las bazas del sector castellonense, la provincia con menos desarrollo en esta actividad de las tres de la Comunitat y que protagoniza un proceso de crecimiento. Instituciones y agentes turísticos proyectan los productos diferenciadores de la provincia -gastronomía, binomio costa-interior, turismo de salud o patrimonio histórico-artístico- para consolidar a Castelló como destino. Y en este caso uno de los campos que se presenta como punta de lanza del sector es el turismo rural, a la vista de los datos del libro blanco.

Además, este segmento está en fase de crecimiento y, como muestra, el número de viajeros rurales aumentó un 14 % en 2015 en el territorio valenciano.

El análisis de la Generalitat Valenciana menciona como fortalezas competitivas de este sector el patrimonio cultural y natural de las comarcas del interior, la buena comunicación y accesibilidad a los destinos rurales, la comunicación y accesibilidad a los destinos rurales, la complementariedad interior-litoral y el clima propicio. Añade también como punto a reseñar que se trata de una alternativa turística no masificada.

No obstante, el porcentaje de turistas rurales representa sólo un 3 % de las visitas de Castelló (51.000 de 1,5 millones del total de visitas en 2015).

Por ello, la hoja de ruta del Ejecutivo valenciano plantea una serie de retos como una mejora de la formación y la profesionalización, una reducción de la estacionalidad, garantías de un desarrollo sostenible y definición de una estrategia específica adaptada a la realidad del turismo rural y de interior, mejora de servicios y un refuerzo del control de la oferta ilegal de alojamientos.

Explica que actualmente los turistas rurales que realizan estancias en familia están influenciados (29, 1 %) por los blogs de viajes, los que lo hacen en grupos de amigos prefieren dejarse aconsejar por recomendaciones de gente conocida, y las parejas, agrega, siguen la publicidad que el destino emite.

Resalta que sobre la frecuencia anual de estos viajes rurales, las parejas (48, 5 %) y los amigos (44, 5 %) afirman que practican escapadas entre dos y tres veces al año, «un dato que refleja la gran oportunidad para que el propietario incentive con sus recursos (entorno, precio, instalaciones, etc) a los turistas que le vistan», remarca el estudio.