Llevan dieciocho años al frente del Kiosko la Glorieta de Segorbe. Fernando Borrás y Puri Fernández, junto con todo su equipo de trabajadores, son el alma mater de uno de los bares más visitados de la capital palantina en la temporada estival. Un bar donde matar el gusanillo del almuerzo, tomar algo a media tarde o cenar al aire libre disfrutando del fresco en las noches de verano.

Todo un privilegio en pleno parque del Botánico Pau, en el centro de la ciudad, entre olmos centenarios, naturaleza viva y acogedoras sombras que hacen las delicias de clientes de Segorbe y la comarca del Alto Palancia. También son muchos los turistas que no dudan en refrescarse y hacer un alto en el camino en su visita turística en la Glorieta para degustar los deliciosos bocatas que el propio Fernando prepara, desayunar, tomar un café o beber un refresco o una caña disfrutando de un ambiente único.

Prueba de ello es que difícil es encontrar una mesa libre para cenar en verano, sobre todo durante los fines de semana. El secreto: la ubicación y el entorno, además del trato con el cliente y la calidad del producto que ofrecen. En este sentido, explican Fernando y Puri, «al ser un bar con una cocina pequeña nosotros ofertamos poca variedad de tapas y mayoritariamente frías, aunque eso sí, la calidad es muy buena y todo el producto que tenemos lo compramos en establecimientos de Segorbe y la comarca».

Y es que para Puri y Fernando la calidad y ofrecer el producto autóctono es muy importante, igual que el trato cercano con el cliente. «Creo que destacamos porque el sitio es único, puedes venir con niños y tienes el parque al lado, estar tomando algo y disfrutando del fresco en pleno verano». «Pero también creo que los clientes vuelven por, el trato cercano y la calidad que damos, ya compramos todo el embutido y la carne que usamos en carnicerías de Segorbe o Navajas, el pan de nuestros bocatas es de panadería de pueblo, no de ningún supermercado ni congelado, y los fiambres y patés artesanos, de Teresa, y eso se nota».

Como bocadillos más demandados, el Almussafes, elaborado a base de bacon, queso, sobrasada y cebolla y el de paté artesano, queso y cebolla. «Estos dos son los que más pide la gente», comentan.

También destacan las tapas de esgarraet que prepara Puri con pimientos asados por ella y bacalao desmigado, los pinchos morunos especiales o los champiñones exquisitos que elaboran. En cuanto a tapas frías, los boquerones de Teresa con olivas son muy degustados, y luego todo tipo de picoteo frío para acompañar los refrescos y cervezas.

La oferta de la carta se completa con platos combinados de carne como lomo, huevos o ternera; hamburguesas sencillas o completas con multitud de ingredientes; gran variedad de tortillas o sándwiches, tanto mixto como vegetal.

Concesión municipal

El Kiosko Glorieta es una concesión municipal que Fernando, que lleva desde los 16 años trabajando en hostelería y 26 años como gerente de su propio bar, regenta con maestría y dedicación. Prueba de ello es que «abrimos los 365 días del año, menos cuando llueve, porque al estar al aire libre tampoco podemos hacer mucho, pero nuestra temporada fuerte es, sin duda, durante los meses de verano, que no paramos ni mañanas ni tardes». «Solo cerramos a mediodía, a la hora de comer, que descansamos unas horas para empezar la tarde y la noche», puntualizan.