Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife han asegurado este miércoles que en el Hospital Comarcal de Vinaròs se ha destruido la mayor zona de cría de avión común del municipio, dado que han sido derribados más de 200 nidos de esta especie protegida, por lo que han interpuesto una denuncia, según ha informado este organización en un comunicado.

SEO/BirdLife y Ecologistas en Acción han comprobado que no consta autorización de la Conselleria de Agricultura, Medi Ambient, Desenvolupament Rural i Canvi Climàtic para su destrucción y han interpuesto las pertinentes denuncias ante las autoridades competentes -Conselleria de Medio Ambiente, Seprona, Fiscalía de Medio Ambiente de Castelló y Ayuntamiento de Vinaròs-, para "investigar y paralizar estas actividades y buscar soluciones para que no se vuelvan a repetir".

El Hospital Comarcal de Vinaròs, al menos desde 2014, alberga la principal colonia de cría de avión común de este municipio castellonense, con más de 300 nidos censados a principio del período reproductor. En junio de 2015, el centro hospitalario ya fue denunciado ante las autoridades competentes por el derribo de nidos de esta especie protegida por la legislación autonómica y beneficiosa para la población, según han recordado estos grupos ecologistas en un comunicado.

Según han dicho, ahora se han destruido unos 260 nidos de la colonia en plena época reproductora y solo se han salvado el 10 por ciento de los nidos activos. El avión común es una especie incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial creado por la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Las molestias y agresiones a especies como al avión común, así como a sus nidos, huevos, pollos y adultos -incluyendo la retirada de sus nidos-, está prohibida por la legislación vigente, según remarcan los ecologistas.

Solo está permitida su retirada si no existe otra alternativa y siempre que se cuente con autorización administrativa de la comunidad autónoma. Para que se pueda conceder esta autorización, es preciso que no se perjudique al "mantenimiento en un estado de conservación favorable de las poblaciones de que se trate, en su área de distribución natural".

Penas de prisión

Han recordado las organizaciones ambientales que la destrucción intencionada de los nidos de especies protegidas, como el avión común, puede suponer penas de prisión de hasta 2 años. SEO/BirdLife está preparando además una denuncia a la Fiscalía Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo en relación a este caso y todos los que se vienen comunicando a la organización en todo el territorio nacional por destrucción de nidos de avión común, cigüeña, golondrina y vencejos.

Por otro lado, las dos ONG han hecho un llamamiento al respeto a los nidos de golondrinas, aviones y vencejos, y a la colocación de medidas correctoras -de fácil instalación- para evitar las molestias que puedan ocasionar sus defecaciones, como es el caso de baldas o de sistemas de contención debajo de los nidos.

Al respecto, han explicado que "lejos de suponer molestias a los ciudadanos, la presencia de golondrinas, aviones, vencejos o murciélagos revierten en una serie de beneficios ambientales a la ciudadanía", según los ecologistas. Entre otros, destaca su papel como "insecticida natural".

Cada vencejo, por ejemplo, consume 55 kilogramos de insectos al año. Las golondrinas llegan a ingerir 60 insectos cada hora y el avión común se alimenta de una gran proporción de áfidos, moscas pequeñas e himenópteros -especialmente las hormigas voladoras-. Los murciélagos insectívoros consumen un tercio de su peso corporal en alimento por noche.