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«Si alguien no está a gusto en el equipo de gobierno de El Toro puede marcharse»

La secretaria provincial del PP insiste en que «el proyecto está por encima de las personas» y prevé una reunión con la alcaldesa y sus 3 ediles

Las primeras reacciones tras la aprobación de la moción para que dimita la alcaldesa de El Toro, Ana María Orduña (PP), no se han hecho esperar. Cabe recordar que la moción, presentada por el grupo socialista, fue aprobada el pasado lunes en el pleno gracias a los tres votos positivos de los concejales socialistas y la abstención de dos ediles del PP. Así, los únicos votos en contra de la petición de dimisión hacia la alcaldesa fueron el suyo propio y el de otra concejala de su partido.

Tras este acontecimiento, y la afirmación de Orduña a Levante de Castelló de que no dimitirá, no se han hecho esperar las primeras reacciones. Este periódico contactó ayer con miembros del PP provincial quienes afirmaron que por el momento no se va a hacer ninguna declaración oficial sobre lo ocurrido pero, que en breve, la secretaria provincial del partido, Elena Vicente-Ruiz, se reunirá con las concejalas y la alcaldesa de El Toro para intentar solucionar la situación entre ellas y conocer lo ocurrido.

De todas maneras, Vicente-Ruiz afirmó a este diario que ya se había preocupado anteriormente por la situación en el municipio y que había hablado sobre este hecho en varias ocasiones con Orduña, a la vez que señaló que esta es «una situación interna del partido» y que «no hay que sacarlo de la anécdota».

La secretaria provincial popular señaló que se conocía que la «situación era tensa entre ellas» y que con esta próxima conversación se intentará suavizarla para así dar «la imagen de unidad que tiene el partido».

Tal es así, que Vicente-Ruiz destacó que por encima de todo hay que «intentar que haya cordialidad» y que nunca hay que olvidar que el proyecto por el que trabajan «está por encima de las personas» y de los «individualismos». Así mismo, también destacó que en municipios pequeños como El Toro, en los que «no se cobra» por las funciones realizadas y en los que «se está por amor al arte», lo último es estar desagusto en el cargo. Por ello, «si alguien no está a gusto puede marcharse», ya que «nadie está por obligación».

Dado que la de abandonar el barco es la última de las opciones a tener en cuenta, Vicente-Ruiz afirmó que en caso de no poder celebrar la reunión en poco tiempo, hablará con las implicadas igualmente, de forma que la situación quede arreglada y el conflicto no vaya más allá.

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