Torreblanca continúa luchando contra la plaga de mosquitos. La empresa Lokímica, encargada del tratamiento en el municipio, realizó ayer por la mañana varias fumigaciones en el Prat desde un helicóptero. El objetivo de esta práctica es actuar contra las larvas de mosquito que hay en las charcas del humedal, impidiendo que alcancen la edad adulta. El consistorio logró la autorización de la Conselleria de Sanidad para realizar estos tratamientos aéreos. Las lluvias del invierno han dejado pequeñas charcas en que los mosquitos se reproducen sin la amenaza de peces que ejerzan un control biológico debido a su escaso volumen de agua.

«Tenemos una extensión de 800 hectáreas de área inundable con apenas tres caminos de acceso y es imposible llegar a pie a todos los puntos», explicó el biólogo de Lokímica Ricardo Acosta. El técnico de la empresa dijo que estos tratamientos se realizan «coincidiendo con el pico de temperaturas, en los que se rebasan los 35 grados, que es óptimo para que los mosquitos entren en actividad». Se trata de un tratamiento selectivo en las charcas aisladas del Prat. Para ello, los helicópteros esparcieron un larvicida, el «bacillus thuringiensis».

Control primario

Ricardo Acosta recordó que estas charcas no son lo suficientemente grandes para que haya peces que ejerzan un control biológico. Además, están ubicadas en zonas de difícil acceso. Los mosquitos que alcancen la edad adulta continuarán siendo tratados con adulticidas, un producto que no es selectivo. «Estos tratamientos aéreos se solicitan cuando son necesarios y este año lo son por las lluvias que cayeron en invierno», recordó Acosta.

«Cuando queremos tratar los focos de los mosquitos de manera aérea es porque haciendo de manera terrestre, que los operarios de la empresa están aquí cada dos días, no se puede llegar a todo», explicó el concejal de Medio Ambiente Carlos García. El edil de Torreblanca puso de manifiesto la presión ejercida para que la Conselleria de Sanidad autorizara estas fumigaciones. «Quienes no quieren tratar, no vienen aquí por la noche a las terrazas de Torrenostra a ver los mosquitos que hay», dijo Carlos García.

El concejal de Medio Ambiente incidió en que estas prácticas sirven para «prevenir que las larvas no crezcan y se hagan mosquitos. Como ha llovido tanto este invierno hay zonas en las que no se puede llegar a pie y hay que acceder vía aérea». Carlos García remarcó que «nos hemos cogido muy en serio la lucha contra los mosquitos porque afectan al municipio».