El presunto asesino de un hombre en la terraza de un bar de Benicàssim no recuerda qué le pudo ocurrir para protagonizar tal terrible suceso y, como relató su hija a Levante de Castelló, «mi padre solo recuerda cuando le dio el café y el momento en que vino la policía».

Los hechos ocurrieron el pasado sábado 8 de julio cuando el dueño del bar «La Alegría», situado en la calle Estatut de Benicàssim, salió a la terraza y le asestó un corte en el cuello a uno de sus cliente, que falleció en el lugar de los hechos. Tras asegurar que el presunto homicida padece problemas mentales y que, probablemente, sufriera un brote de esquizofrenia aguda, su hija ha querido hablar con este periódico para explicar algunos detalles del problema que padecía su padre y los motivos que derivaron en el apresunto sesinato.

La joven relató que su padre tiene problemas mentales «desde hace muchos años, y no lo llevaba mal», pero la situación comenzó a empeorar cuando su hermano falleciera en un accidente de tráfico, a finales del año 2015. A partir de entonces, «su comportamiento fue más raro» y su hija incidió en que la situación fue a peor «cuando mi padre se quitó los dientes y dejó de fumar», algo que tuvo lugar en enero de este mismo año. Así, en los últimos meses «mi padre estaba demasiado cansado y no charlaba ni hacía tantas bromas como antes. Se encontraba triste y no podía dormir bien».

Esta situación también se trasladó al ambiente del bar que regentaba junto a su mujer, en la calle Estatut, y como comentó a la joven «ahora casi nunca hablaba con los clientes y se quedaba como empanado, con los ojos cerrados».

Ante tal situación, el presunto homicida acudió a su médico de cabecera, el único que le supervisaba, para que le recetara pastillas para dormir o para mejorar su estado de ánimo, «y al ver que la situación seguía igual, pensé en llevarle a un psicólogo porque necesitaba más ayuda».

Sin embargo, la joven ha estado estos últimos meses estudiando para los exámenes de Selectividad «y estaba demasiado centrada en mis estudios porque quería estudiar Medicina». La joven se siente culpable de no haber prestado más atención a su padre «pero nunca pensé que algo así podría ocurrir» y tanto ella como su madre afirman que «no nos lo vamos a perdonar nunca». A ello añaden que «lo sentimos muchísimo por la víctima».

En cuanto a la relación del presunto homicida con su víctima, vecino de la localidad de 56 años y ejercía profesionalmente como corresponsable de una empresa de pruebas eléctricas, la joven comenta que «tenían la relación de cliente y responsable del bar y él era uno de los pocos clientes con los que mi padre se llevaba bien».

Sigue sin saber qué hizo

Tras el suceso, la Guardia Civil permitió un encuentro con la familia «para intentar tranquilizarle un poco, y cuando le vi estaba un poco desesperado porque no sabe qué ha hecho ni cómo lo ha hecho».

Desde que el juzgado de Instrucción nº 1 de Castelló ordenase el pasado lunes prisión provisional, comunicada y sin fianza, el presunto asesino también se está sometiendo a tratamiento psiquiátrico «y se encuentra con mucha tensión, dice que oía voces y cuando el médico le cuenta lo ocurrido continúa sin acordarse de nada». La joven finaliza incidiendo en que su familia lamenta mucho todo lo ocurrido.