La Universitat Jaume I (UJI) de Castelló se ha visto obligada a rebajar sus expectativas en cuanto al uso del valenciano y se ha fijado como reto alcanzar, al menos, el 25 por ciento de docencia en valenciano. La cifra supone una bajada significativa si se compara con las previsiones marcadas en el año 2011 cuando la universidad pública de Castelló se propuso un plazo de cinco años para incrementar el uso de la lengua propia hasta el 35 por ciento de las clases. El cambio de planificación se dio a conocer ayer en el Consejo de Gobierno en el que se aprobó la actualización y revisión de la Guía para la Docencia Multilingüe que se elaboró a finales del 2011 como parte del Plan Plurianual de Multilingüismo de 2011-2014.

El actual plan de multilingüismo ya recoge en su análisis introductorio que, de acuerdo con los resultados, «es evidente que las previsiones eran demasiado optimistas y hace falta articular nuevos métodos de impulso». A este respecto, cabe señalar que entre las medidas aprobadas ayer para lograr los nuevos baremos fijados está ampliar la oferta en valenciano y en inglés en los grados, con el objetivo de llegar al 25 por ciento de docencia en valenciano en dos años y al menos a un 5 por ciento de docencia en inglés, en asignaturas no lingüísticas.

Otras acciones del plan de multilingüismo aprobadas fueron planificar en cada titulación las lenguas de docencia para garantizar el plurilingüismo del estudiantado en al menos las tres lenguas prioritarias (castellano, valenciano e inglés) y establecer mecanismos de supervisión del cumplimiento del compromiso lingüístico adquirido en la información lingüística, es decir, la seguridad lingüística, de la docencia de grado.

El nuevo documento también incluye la necesidad de planificar en cada titulación de grado las acciones que facilitarán la adquisición del nivel C1 de valenciano y B2 de inglés de su estudiantado y planificar que cada departamento cuente con profesorado con un nivel mínimo de C1 de conocimientos de inglés y C2 de valenciano para hacer docencia en estas lenguas.

Otras de las medidas aprobadas fueron: prestar apoyo a la docencia reglada de valenciano e inglés en las titulaciones; facilitar un servicio de asesoramiento en otras lenguas de apoyo a las tareas del profesorado; fomentar la incorporación de profesorado extranjero a la docencia; fomentar la participación del profesorado en programas de intercambio o aumentar las actividades académicas complementarias en valenciano, entre otros.

La finalidad de este documento es la orientación a las comisiones gestoras de grados y departamentos, así como a todo el profesorado implicado en la docencia, para conseguir progresivamente los objetivos establecidos en el Plan Plurianual de Multilingüismo de 2011-2014, teniendo en cuenta las diferentes circunstancias que se pueden encontrar en la universidad.

Cae la demanda

Según se recoge en un informe elaborado por el Servei de Llengües i Terminologia, la demanda de docencia en valenciano en la UJI ha caído un 20 por ciento en los últimos años. La Universitat achaca la escasa demanda de docencia en valenciano a la percepción que tienen los alumnos de que es una lengua poco útil. Una percepción que, tal como se explica el responsable del Servei de Llengües i Terminologia, viene condicionada por el conjunto de la sociedad. «Para que haya un cambio en esta tendencia se necesita un cambio social ya que el actual tejido social está dominado por el castellano», argumentan.