Hasta 32 actividades de carácter social y lúdico, sin formar parte de las temáticas relacionadas con las artes escénicas, impedían una programación de calidad en el Teatre Principal de Castelló. Esos actos, muchos de ellos impulsados por asociaciones locales de distinta índole, provocaban tal congestión de fechas en el calendario que resultaba imposible encontrar días libres para acoger proyectos teatrales y líricos de primer nivel. Las prioridades auspiciadas por el Partido Popular, como denunció el bipartito en el último pleno en el ayuntamiento, incrementaban cada vez más el agujero económico de Castelló Cultural, que alcanzó los 13,4 millones de euros, incluyendo Villa Elisa (1,4 millones), hasta 2015, cuando se produjo un cambio de gobierno tanto en el ámbito municipal como autonómico.

La saturación de espectáculos menores, que afectaba también a la organización del trabajo entre los propios empleados, no era el único obstáculo para contratar más obras u óperas de relevancia internacional. El reducido presupuesto, que en el último ejercicio apenas alcanzaba los 100.000 euros, frenaba cualquier ambición a la hora de organizar más de dos líricas y una pieza teatral por año.

Ahora, la reorganización que pretende llevar a cabo el Institut Valencià de Cultura (IVC), para dar una mayor envergadura al Teatre Principal, busca priorizar aquellos eventos con un marcado arraigo costumbrista y peso institucional en la ciudad. Es decir, la proclamación de Na Violant d'Hongria y la imposición de bandas a las reinas, por ejemplo, se mantendrán en la programación anual, como así se le ha trasladado al director general, Abel Guarinos. En un informe remitido desde la dirección territorial, en sintonía con el ayuntamiento, se le sugiere la necesidad de dar preferencia a determinadas actividades y suprimir el resto de la programación del Teatre Principal para posibilitar ese impulso en cuanto a la calidad se refiere.

El objetivo del IVC estriba en poner al recinto castellonense entre los más prestigiosos del panorama nacional, de manera que figuras y compañías de talla internacional, que incluyen en sus giras a ciudades como Barcelona, Valencia, Alicante o Madrid, lo hagan también con la capital de La Plana.

Para ello, y como la concejala de Cultura, Verònica Ruiz, expuso semanas atrás, después de una Junta de Gobierno Local, es necesario que cada espectáculo tenga un marco concreto, potenciando con ello el Palau de la Festa, el Teatre del Raval, el Auditorio o el Espai d'Art Contemporani (EACC). «Los profesionales tienen que estar en un teatro, los amateur en otro escenario, y cada cosa debe tener su sitio, con la máxima dignidad posible y que se merece», manifestó.

Ruiz fue más allá y apostó por impulsar una marca cultural de Castelló, idea que comparte el director territorial del IVC, Alfonso Ribes, al objeto de que a medio plazo las primeras filas actúen en el Teatre Principal. «Siempre nos hemos tenido que desplazar a Valencia o Barcelona para verlas. Tenemos que acabar con eso y para ello hay que trabajar en una programación de calidad», sentenció la edil de Cultura.