Con un notable currículum en competiciones europeas, el Villarreal afronta su primera cita transoceánica para enfrentarse esta madrugada a Boca Juniors, atendiendo así la petición expresa del equipo xeneize que considera a los amarillos el mejor rival posible para el partido de celebración del título de Liga recientemente conquistado. La expedición amarilla, formada por un centenar de personas, contó a última hora con la baja del president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, quien tras haber tramitado todos los papeles para el viaje, y después de planear algo de descanso tras el agitado fin de semana congresual, ha sido convocado de urgencia por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para abordar hoy mismo un tema de financiación autonómica a lo que el Molt Honorable no ha podido resistirse después de las múltiples peticiones hechas para abordar dicha problemática.

De este modo, la máxima representación institucional la ostentó el alcalde de Vila-real, José Benlloch, quien comentó con sorna que en la Diputación parecen esperar sus ausencias para convocar a los medios y contestar a sus preguntas, en este caso el cierre de la piscina provincial.

El vuelo, un chárter AX3106, demoró su salida desde el aeropuerto de Manises hasta la 1.15 de la madrugada del martes, lo cual favoreció también que los expedicionarios tirarán de tablet con música y películas para amenizar la espera y se sumieran en brazos de Morfeo para soportar las 12 horas y 20 minutos de trayecto. Un trayecto que, no obstante, les permitió degustar una cena que permitía escoger entre ensalada César, parrillada de ternera y fresas con chocolate o ensalada con magret de pato, lasaña vegetariana y fresas con chocolate. Además, tanto el presidente del Villarreal, Fernando Roig, como el consejero delegado del club, José Manuel Llaneza, se preocuparon de que todos los invitados estuvieran cómodo en un vuelo en el que ambos estuvieron acompañados por sus hijos y sus nietos.

Ya de madrugada, aunque sobre las 12.00 hora española, los recién despertados optaron entre el zumo, la bollería, un surtido de queso y fiambres, fruta troceada y revuelto de tortilla o el zumo con revuelto de tortilla, beicon, jamón, y patatas y tomate a la parrilla para reponer fuerzas. Mucho menos placentero y cómodo fue el desalojo del avión, ya que los servicios del aeropuerto internacional Ministro Pistarini parecían más pendientes de hacerse fotos con los ídolos locales Arruabarrena y Sorín que en la retirada de las maletas.

Llegada al hotel

La expedición, finalmente, pudo acomodarse en distintos autobuses para partir rumbo al hotel Palacio Duhau Park Hyatt, donde los invitados disfrutaron de la extraordinaria comodidad y de los servicios de uno de los primeros establecimientos hoteleros de la capital argentina, situada en la avenida Alvear, una zona mucho más bulliciosa y cosmopolita que los barrios grises y marginales que rodean al aeropuerto, alejados de las visitas guiadas.

Los invitados, mientras los jugadores descansaban antes de la sesión de entrenamiento que realizaron en la tarde bonaerense, pudieron pasear por la avenida 9 de julio, la más amplia del mundo con 146 metros de anchura. También contemplaron el Obelisco que conmemora la fundación de la ciudad, y pasearon por los alrededor del Teatro Colón y frente a la Casa Rosada, en la plaza Colón, donde como colofón disfrutaron del despliegue de las fuerzas de seguridad del estado para responder a una protesta ante el edificio.

Algunos de los jugadores del Villarreal visitaron, por su parte, el barrio de Palermo, donde colaboraron, entre las calles Uriarte y Cabrera, a la elaboración de un grafiti personalizado del fútbol español. Posteriormente, en el Park Hyatt, se celebró la recepción de los jugadores argentinos que han hecho historia vistiendo la zamarra del conjunto castellonense. La guinda a la primera jornada amarilla en la capital porteño, que sirve como preludio a la jornada granda que se vivirá hoy.