Trece fallecidos en accidente de tráfico. Ese es el balance del primer semestre del año en el que trece personas han perdido la vida en la carretera (accidentes interurbanos), cinco de ellas en la Nacional 340. La cifra supone una caída importante con respecto a 2016 (desde el 1 de enero al 21 de junio hubo 25 muertos y 31 en todo el año) y se mantiene en la media de los años anteriores, 2015 y 2014, en los que se registraron 20 y 23 víctimas mortales, respectivamente. Cabe señalar que el año pasado fue especialmente negro debido al aumento de la movilidad por la recuperación económica.
Con todo, la carretera Nacional 340 sigue siendo el vial que mayor número de siniestros registra, año tras año. En concreto, cinco de los trece fallecidos en este 2017, han perdido la vida en este vial que, a su vez, concentra los dos únicos puntos negros establecidos en la provincia, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Los accidentes mortales tuvieron lugar en les Alqueries, Torreblanca, Vinaròs, Benicàssim y Alcalà de Xivert, y los puntos negros se mantienen en los kilómetros 990,435 y 990,600, entre los términos municipales de Benicàssim y Orpesa.
Según los datos facilitados desde la Subdelegación del Gobierno, desde el 1 de enero al 21 de junio de este año se han producido en carreteras interurbanas un total de 210 accidentes con víctimas con 262 heridos leves, 36 heridos que requirieron hospitalización, y diez muertos. A estos se suman las tres víctimas mortales de las últimas semanas, uno en la CV 21 en Onda, otro en la A7 a su paso por el término municipal de Nules y otro en la AP7 en Vila-real.
Otras dos personas, un matrimonio, fallecieron en el mes de mayo en la CV-13 en Torreblanca tras chocar contra un camión. Aunque este vial no esté considerado como uno de los más peligrosos, la siniestralidad ha repuntado desde que en 2014 se restringiera el paso de camiones por la carretera N-340 y se convirtiera en zona de paso de vehículos de gran tonelaje.
Se trata de una carretera con pendientes muy pronunciadas que dificulta la conducción a los camiones. La restricción prohibe el paso de vehículos de más de 7.500 kilos de carga desde el punto kilométrico 958 de la N-340 (Nules) -que coincide con la salida 268 de la A7- hasta el kilómetro 1.013 de Torreblanca. Esta medida, que se puso en marcha en 2014 con el objetivo de reducir la siniestralidad en la carretera nacional 340, desvía parte del tráfico pesado por la CV-13. Es por ello que desde la plataforma denunciaron en su día que dicha medida trasladaría la siniestralidad de una carretera a otra, como parece que está ocurriendo.
Investigación abierta
Otro de los fallecidos se ha registrado en la CV-17. La víctima fue una mujer de 29 años, vecina de Castelló, que viajaba con su hija, de 8 años, que resultó herida. Otro de los heridos fue un joven de 19 años que presentaba síntomas de intoxicación etílica. El joven fue dado de alta el 19 de junio y la Guardia Civil está a la espera de que le hagan entrega de las muestras de sangre para comprobar si, ciertamente, iba bebido y cabe imputarle un delito contra la seguridad vial y otro de homicidio imprudente.
La A7 ha sido la carretera que ha registrado el último siniestro esta misma semana en el que un hombre, conductor de uno de los tres camiones que chocaron, falleció al quedarse atrapado en el interior del vehículo, que se prendió fuego. Ocurrió en el término municipal de Nules.
En cuanto a la cifra global de muertos en carreteras tanto urbanas como interurbana, el número asciende a un total de 18 en lo que va de año, entre ellos un motorista. En concreto, hasta el 21 de junio se han registrado 125 accidentes con víctimas en carreteras urbanas con 5 muertos, 130 heridos leves y 22 hospitalizaciones. En este caso la cifra de fallecidos ha ido en aumento ya que, en el mismo periodo de 2016 hubo tres muertos, esto es, dos menos.
Por último, cabe señalar que la autopista de peaje AP-7 también es otra de las vías con más siniestralidad en la provincia de Castelló. Si bien este año no ha habido accidentes con víctimas mortales, en 2016, junto a la N-340, concentró casi la mitad de los muertos.
