El australiano Nick Kyrgios, número 23 del mundo, ganó por 7-6 (3) y 7-6 (4) al valenciano David Ferrer y consiguió alcanzar la final del torneo Masters 1.000 de Cincinnati, que jugará contra el búlgaro Grigor Dimitrov, séptimo cabeza de serie.

Dimitrov, de 26 años, venció también por dos sets, 7-6 (4) y 7-6 (10), ante el estadounidense John Isner, decimocuarta cabeza de serie, y por primera vez, en unas semifinales de un Masters 1.000, los dos partidos acabaron los cuatro sets en desempates y sin que ninguno de los jugadores perdiese su saque.

Como sucedió en el partido de cuartos de final, en el que Kyrgios derrotó a Rafa Nadal (6-2 y 7-5), el saque del jugador australiano fue lo que decidió un partido que duró dos horas y cuatro minutos y en el que Ferrer se mostró superior en el intercambio de golpes y tenis desde el fondo de la pista.

Sin embargo, no pudo con su resto, romperle el saque a Kyrgios, que colocó 14 saques directos ganadores con cuatro dobles faltas, comparados a sólo un «ace» de Ferrer, que además perdió cinco tantos al fallar el segundo saque.

Ahí estuvo la historia del partido y aunque Ferrer dispuso de varias pelotas de rotura de puntos al final nunca pudo conseguirlo y la llegada al desempate el saque de Kyrgios fue el que le permitió conseguir los tantos decisivos y la primera victoria ante Ferrer, que le había ganado anteriormente en primera ronda del Abierto de Estados Unidos del 2015.