Primera toma de contacto entre el nuevo mediapunta hispano-brasileño William Domingues y sus nuevos compañeros. Este futbolista de 30 años ve cumplido su sueño de jugar en Castelló y recuerda que «desde que Castalia me ovacionó, mi deseo siempre había sido jugar en el Castellón. Ahora el sueño se ha hecho realidad». Todo eso ocurrió la temporada 2014-15 cuando él, jugador del Acero, cuajó una extraordinaria faena en el feudo orellut y al ser sustituido la afición albinegra le despidió con una gran ovación.

Ahora llega a ese equipo que anhelaba. «Las sensaciones son las mejores posibles. Me ilusionó el proyecto y acepté venir. Ahora toca adaptarme lo antes posible», destaca el experimentado jugador. Dice que si se decantó por la oferta fue porque «hay un buen proyecto y un técnico que me ha entrenado. Él me llamó para que viniera y, la verdad, me hacía ilusión venir: gran club, gran estadio y una gran afición».

Ve en el equipo confeccionado «un gran grupo, con buena gente. Eso es lo mejor: formar una gran piña». Y a nivel personal asegura que «estoy entre el 60 y el 70 %. Entrenaba por mi cuenta, solo correr, y ahora quiero ponerme a tono lo antes posible para estar a disposición del entrenador».

William Domingues se define como un «mediapunta, un falso delantero. Bajo a recibir balones y a repartirlos». El hispano-brasileño, que la temporada pasada jugó en el Víkingur Ólafsvík islandés, se ha convertido en el undécimo fichaje del Castellón.