Resulta difícil de explicar que tantos niños y muchos tan pequeños tengan tanta devoción por los encierros de San Fermín. Ayer, toda la chiquillada tuvo la oportunidad de correr delante de los toros (alternativos) en un largo e interesante encierro a lo San Fermín, que reunió a casi un centenar de corredores ataviados con la indumentaria típica de la ocasión: camisa y pantalón blanco, con pañuelo y fajín rojo. Y sin que faltase el periódico en la mano para la carrera.