Las fiestas de Vall d'Alba tuvieron ayer un marcado acento religioso y tradicional, ya que los vecinos de la localidad hicieron pública su devoción por el patrón del municipio, Sant Joan Baptista, en cuyo honor se celebró una misa coral, tras la cual tuvo lugar la tradicional procesión en la que la imagen de santo recorrió las principales calles de la localidad a hombros de miembros de la junta directiva de la Cofradía del Santo Cristo de la Esperanza.

Pero, además, los valldalbenses vivieron el primero de sus populares encierros, muy apreciados y esperados por los aficionados taurinos de toda la provincia. Seis reses, entre toros y vacas, de la ganadería de Germán Vidal recorrieron la avenida Castellón de la localidad hasta llegar a la plaza de toros.

Los encierros se celebrarán todos los días, hasta el próximo domingo, a las 13.00 horas y a su término tendrá lugar una exhibición del ganado.

El domingo, y a modo de broche taurino, se celebrará en el coso valldalbense un concurso de recortadores.