Sumida en la recta final de la celebración de sus fiestas patronales, Segorbe celebró ayer uno de sus actos más emotivos, la ofrenda de flores a la Virgen de la Cueva Santa. Si el viernes las flores ya se convertían en las protagonistas en la tradicional batalla de flores ayer, el aroma y el color de miles de flores se trasladó hasta la plaza de la Cueva Santa para rendir tributo a la tercera de las patronas de la localidad.

Un emotivo acto que este año ha conseguido agilizarse considerablemente con la colocación de un módulo para colocar las flores que permitió realizar dos entradas a la hora de depositar el ramo, así como con la prohibición, hasta que no acabó el acto, de inmortalizar con fotografías el momento de la entrega. En los últimos años, la duración de la ofrenda se había convertido en un auténtico quebradero de cabeza para segorbinos y espectadores, por lo que finalmente, el consistorio habría tomado la decisión este año de evitar sacar fotos al momento de la llegada. El módulo, se colocó en el centro de la plaza e hizo, con sus dos entradas, que el goteo de participantes fuera más ágil.

Y es que si hay un acto estrella por la entusiasmada y entregada participación de todos los segorbinos ese es la ofrenda de Flores a la Blanca Paloma.

A las seis de la tarde, los participantes se daban cita en la plaza del Agua Limpia. En un ambiente lleno de luz y color, el perfume de las flores impregnó la calle Colón en el recorrido de la ofrenda. Niños y mayores no quisieron faltar a esta cita obligada en la que ataviados con la indumentaria de segorbinos ofrendaron a su patrona.

Tras ellos, las principales asociaciones de la localidad ocuparon también un lugar destacado, junto con las principales peñas de la semana taurina. Cerrando la comitiva, la Corte de honor infantil, junto con su reina Alba Lereu, acompañada por la fallera de Torrent, así como la Corte Mayor, que sirvió de previa para la llegada de una emocionada reina mayor, Ángela Mínguez. Los discursos de las máximas representantes a la virgen, tras entregar su ramo, sirvieron de colofón a esta tarde mágica.

Desde el palco de las autoridades el alcalde de la ciudad, Rafael Magdalena, y el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, así como las autoridades locales, siguieron el acto presidido por la Cueva Santa.

Ya finalizada la ofrenda, cientos de segorbinos participantes quisieron también inmortalizar este momento entre el aroma de miles de flores que, un año más, cubrieron los pies de la Virgen de la Cueva Santa.

Al anochecer, tuvo lugar el tradicional traslado procesional de la virgen a la que, además del frescor de las flores, se le dedicó ayer el calor

de un pueblo fiel y entregado a sus pies.

Por la mañana, la fiesta llegó para los más pequeños en el parque infantil en el Botánico Pau y con el concurso de dibujo sobre la naturaleza, mientras que los mayores disfrutaron de lo lindo con el concierto extraordinario homenaje a las personas mayores a cargo de la banda del CEAM.