La ruta del barranco de las Salinas, en Cirat, es ideal para los amantes del senderismo? y del baño, por eso conviene no retrasarse demasiado en hacerla, ya que el otoño, y por consiguiente la bajada de las temperaturas, está a la vuelta de la esquina.

A Cirat, capital la comarca del Alto Mijares, se accede por la CV-20, bien desde Onda, a unos 30 kilómetros, o bien por Montanejos, núcleo poblacional y turístico que se ubica a bastantes menos, solo a 9.

Para acceder a este lugar repleto de pozas donde refrescarse, hay que cruzar Cirat por su izquierda, y aparcar el vehículo. Tras andar unos 500 metros por un camino hormigonado, empieza, por la derecha, la ruta por este fluente del río Mijares, donde se ubican pozas de aguas cristalinas envueltas de piedras de rodeno y otros materiales cuya erosión ha embellecido el paisaje.

El trayecto es corto, de alrededor de 2 km, pero que vale la pena alargarlo cuanto se quiera, ya que las espléndidas vistas merecen contemplarse con tranquilidad, y si es desde el agua, todavía mejor.

En la ruta se presentan varias opciones: el Pozo Negro, la Bañera, los Toboganes o la Caldereta? son algunas de ellas. El barranco lleva agua prácticamente todo el año, salvo en las épocas de sequía prolongada, pero es en verano cuando puede disfrutarse totalmente.

De todas formas, si el visitante prefiere rutas más largas, Cirat oferta un gran número de rutas de senderismo. Una de ellas, de apenas 14 kilómetros es la que recorre las ruinas del viejo castillo, el Salto de la Novia (cuyo nombre deriva de una trágica leyenda) y el mirador de la Noguerica, y que finalmente también desciende por el barranco de las Salinas.

Todas estas rutas se pueden realizar a pie o en bicicleta, y centrándonos en la última ruta nombrada, normalmente se suele tardar 3 horas 45 minutos- 4 horas a pie y tiene un desnivel de 360 metros. Por el camino se puede apreciar arroyos que desaguan en el Mijares en las cercanías de la localidad, al este de la población, donde los turistas aprovechan para darse un baño.

Zonas boscosas tapizando las montañas, pinares con un denso sotobosque y espeso matorral en los espacios no arbolados se pueden observar a lo largo de la senda.

Además de paisajes, Cirat también cuenta con múltiples atractivos en el casco urbano, como la Torre del Conde de Cirat y un museo etnológico, y múltiples servicios, con restaurantes y alojamientos de diversa tipología, desde camping hasta un hostal.