El austríaco Stefan Denifl (Acqua Blue) dio la sorpresa al imponerse en solitario en la decimoséptima etapa de la Vuelta, entre Villadiego (Burgos) y Los Machuchos (Cantabria), de 180,5 kilómetros, en la que brilló Alberto Contador y el británico Chris Froome mantuvo el liderato después de dar muestras de debilidad. Alberto Contador perdió la etapa por 28 segundos. El de Pinto la lió. Atacó en las paredes del inédito puerto cántabro, dejó plantado a Miguel Ángel López, el primero en saltar, y en una versión de sus mejores años se fue con convicción a por la gloria.

Contador perdió por 28 segundos

Superó a todos los grandes de la general. El madrileño mordió 36 segundos a "Superlópez, Nibali y Zakarin, 50 a Kelderman y 1.18 a Chris Froome, que pasó un calvario y abrió de paso la espita para la esperanza a unos cuantos "tiburones".

El escualo de Mesina, Nibali, mantiene el sueño de la roja a 1.16, con tela que cortar. Tercero se mantuvo Kelderman a 2.13, cuarto Zakarin a 2.25 y Contador aparece quinto a 3.34, a 1.21 del podio.

Como siempre, Froome reguló, no se cebó, guardó fuerzas y llegó con su guardaespaldas a meta. Mantuvo la roja y sembró dudas. Y es que quedan etapas tipo Fuente Dé y Formigal, y el Angliru el próximo sábado, y los depredadores están sobre aviso. Froome también es humano.