Segorbe puso ayer el colofón a su internacional semana con una Entrada vistosa, alargada y muy espectacular.

Una Entrada estirada que favoreció grandes momentos de vistosidad al numeroso público asistente que, como el sábado, abarrotó la calle Colón minutos antes del disparo de la carcasa, ya que los astados bajaron prácticamente desde arriba en fila de uno.

A las dos en punto de la tarde, con el disparo de la carcasa, comenzó el ritual de la fiesta segorbina. Preparados en la plaza de los Mesones, los 11 caballistas que participaron ayer en la Entrada frente a los 13 que viene siendo habitual, esperaban inquietos para agrupar a los seis toros (4 colorados y dos negros) y el manso de la Ganadería de Germán Vidal de Cabanes, para encabezar la bajada de la calle Colón y llegar de manera ordenada, vistosa y alargada hasta la plaza de la Cueva Santa y poner el broche de oro a esta semana de Entradas.

Así la vio también uno de los caballistas más veteranos y que más días ha participado en los encierros segorbinos, Alfonso Alandí explicó que «la de hoy (ayer para el lector) ha ido muy bien para ser domingo y la gente que había. Se han recogido muy bien los toros y, aunque la manada iba muy estirada, todos los toros iban cubiertos con caballos».

Para Alandí, «a veces, cuando la Entrada va así, tan estirada, se ve muy bien para la gente, que disfruta más de los toros aunque no ve una bajada tan perfecta y compacta como sería más tradicional». Por su parte, José Carlos García, cuyo caballo Caminante corrió ayer su última Entrada, calificaba como muy buena la última de las fiestas. «Los toros estirados, pero han ido en todo momento recogidos».

Para García, la de ayer fue una carrera especial ya que su equino, Caminante, al igual que el de Juan Antonio Calpe, Flecha, se cortaron la coleta en la participación de la emblemática Entrada. « Caminante lleva 10 años saliendo, uno con mi padre y nueve conmigo, hoy he tenido el privilegio de hacer la carrera delante y hemos disfrutado muchísimo», explicaba García.

En el palco de autoridades, como manda la tradición el domingo, presenciaron la última de las Entradas desde la tribuna las Reinas de las Fiestas con sus respectivas cortes de honor. Además, estuvieron presentes el director general de deporte, Josep Miquel Moya; el senador de Compromís, Jordi Navarrete; y el capitán de la Guardia Civil, José Orzáez.

En otro orden de cosas, el jefe de la Policía Local, Moisés Muñoz, calificó esta edición como la semana de toros más tranquila de los últimos diez años ,«en parte gracias a la gran presencia de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad que han trabajado estos días» con unas 45 personas en la calle cada día velando por esta seguridad, y agradeció el civismo ciudadano a pesar de los cortes de tráfico y la situación con las medidas de seguridad pasiva.

Desde el servicio sanitario también valoraron el desarrollo de la semana ya que, en los cuatro años que Sierra Calderona lleva prestando atención al público, este año ha sido el que menos incidencias se han registrado.

En la mañana de ayer, los servicios sanitarios atendieron a cuatro personas entre 30 y 45 años, de las que una fue trasladada al centro de salud por una contusión en la rodilla por una coz.