El curso escolar arrancó ayer en el colegio Regina Violant una hora más tarde de lo normal. Y es que muchos fueron los padres y madres de los alumnos de este centro de Almassora que decidieron movilizarse delante de las puertas del centro para expresar su malestar por la paralización de las obras de construcción del nuevo colegio Regina Violant.

Así, las inmediaciones del centro se llenaron de padres y alumnos a las 9 horas con motivo del inicio del curso escolar, pero la mayor parte de ellos decidieron no entrar y quedarse una hora en señal de protesta ya que los escolares ya suman 11 años cursando en barracones. Desde Conselleria se habían comprometido a finalizar los trabajos a finales de este año, pero la paralización de los trabajos hace muy difícil que los escolares puedan estrenar colegio a lo largo de este curso escolar.

Recordar que la constructora solicita desde hace meses un incremento de la partida destinada a la construcción al no considerar suficiente el dinero destinado por la Generalitat en el presupuesto.

Por todo ello, son muchos los alumnos que van a cursar todos sus estudios de Primaria en barracones. Es el caso de Adrián, un alumno que ayer comenzó 6º de Primaria y estudia en barracones desde los tres años. Su madre Mª Amparo comenta que en más de una ocasión le ha preguntado «porqué no va a un colegio como toca».

El estado de deterioro de algunas zonas, los problemas de goteras que sufren o la falta de un pabellón para practicar gimnasia son algunas de las deficiencias que presenta este colegio de Almassora.

«El objetivo de esta concentración durante una hora es conseguir que hagan el colegio, que lo terminen», añadía ayer otra de las madres de un alumno del centro escolar.

En la valla del centro educativo se colgaron diferentes pancartas en las que se podía leer: «un colegio digno ¡ya!», «once años sin colegio, ¿y cuántos más?», «no a un colegio de juguete, colegio digno ya», y «estas instalaciones no son de cole, son de campo de concentración, solo falta el uniforme de rayas.

De primera mano, los niños Manuel y Marc, que cursan 6º de Primaria expresaron que «queremos un colegio de verdad» y entre las críticas indicaron que «en las clases no hay casi espacio y no tenemos polideportivo para poder hacer gimnasia».

Entre los impulsores de esta serie de movilizaciones exigiendo un colegio digno, se encuentran Marian Bermudez, quien mostró el cansancio que sienten muchas familias «por esta situación, y esperamos que movilizaciones como estas tengan efecto». Nuria Fonfría añadió que «no entendemos cómo Conselleria haya llegado a este punto» y espera poder que se solucione pronto la situación». La respuesta por parte de los padres fue muy buena y mostraron su agradecimiento por secundar la concentración.

Desde el Ayuntamiento de Almassora mostraron una vez su apoyo al centro y a los padres y madres de los alumnos ante la ralentización de las obras «por decisión expresa de la empresa constructora».