La situación en la prisión de Albocàsser (Castellón II) ha llegado a un punto insostenible. Tanto es así que la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) organizó ayer una acampada en el centro penitenciario para pedir que se convoque un concurso de traslado ya que el 90 por ciento de los trabajadores quieren elegir otro destino. Los motivos: estar más próximos a sus ciudades de origen y conseguir plaza en una cárcel con menos tensión entre reclusos y funcionariado.

Según Acaip, la situación es tan crítica que hay agresiones diariamente. El concurso, según explicó el coordinador de la zona de Levante de Acaip, José Manuel Fernández, se anunció antes del verano pero, actualmente, «se encuentra paralizado». «En un principio, el concurso se tendría que haber resuelto la segunda quincena del mes de septiembre y ahora nos encontramos con que el concurso está paralizado, y no nos han dicho los problemas que hay», apunta. El 90 por ciento del funcionariado de Castellón II es de fuera. Galicia, Castilla y León, Murcia y Andalucía son las provincias de origen de la mayoría de los trabajadores que llevan más de seis años esperando a que el Ministerio del Interior convoque el concurso de traslado. «Llevamos seis largos años en los que estamos a 800 y 1000 kilómetros de nuestra familia y eso, a la larga, tiene un efecto psicológico muy duro. Es lamentable que no tengamos esos concursos», añadió Fernández.

A ello se añade la falta de personal, lo que propicia un ambiente laboral mucho más tenso en el que las agresiones se suceden diariamente, según el sindicato. El responsable de Acaip en la zona de levante explica que un centro como el de Albocàsser, en el que hay 1.200 internos, debería haber 550 trabajadores de los que 340 se deberían destinar al departamento de vigilancia.

Este departamento es el que tiene más contacto directo con los reclusos y se encarga de la apertura y cierre de celdas y el recuento, entre otras cosas. El resto de funcionarios estarían en los departamentos de administración y el mixto.

Es, precisamente, el departamento de vigilancia el que más adolece de trabajadores y, tal como aseguró ayer Fernández, actualmente hay 260 funcionarios haciendo estas tareas y la plantilla se debería ampliar en 80 empleados más.

Pese a que las acampadas están centradas en la falta de un concurso de traslados, la máxima reivindicación es una oferta real de empleo público porque «no olvidemos que, en la actualidad, faltan tres mil trabajadores penitenciarios en toda España», apuntó Fernández.

El sindicalista añadió que «eso lleva a que en el interior de las prisiones haya tensión. Por falta de personal estamos viendo cómo dos funcionarios soportan entre 120 y 150 internos y no podemos atender a tanta población. Tiene que haber una oferta de empleo público real en los próximos años para cubrir las necesidades que tenemos de personal. Esta falta de personal, al final, conlleva a que estemos viviendo las agresiones que estamos viviendo. En 2016 hubo 360 agresiones, una agresión al día, y en lo que llevamos de año esa cifra ya se ha superado».

La cárcel de Albocàsser (Castelló II) es uno de los centros en los que más funcionariado perjudicado hay junto a Morón de la Frontera (Sevilla), Algeciras y Murcia II, centros en los que se concentra la mayor parte de compañeros que están muy alejados de sus familias. «Hay un 60 por ciento de solicitudes de traslado, y en Castelló el porcentaje se eleva hasta el 90 por cien», asegura el sindicalista.

Tal como apunta Acaip, a lo largo de los últimos años se ha perdido en torno al 15 % de la plantilla de las prisiones, «por lo que se producen situaciones anacrónicas como la de que al menos 3 centros penitenciarios finalizados se encuentren sin inaugurar por falta de plantilla para trabajar en ellos».

Por último, cabe señalar que la acampada de Albocàsser se enmarca dentro del programa de actos reivindicativos que Acaip está llevando a cabo en otros centros del país.