Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en Castelló a seis personas por un delito continuado de estafa, después de que supuestamente publicaran anuncios falsos de alquiler vacacional en internet que han motivado 25 denuncias en toda España. El valor de las estafas supera los 8.000 euros, según informa la Policía en un comunicado donde explica que los anuncios con precios más ajustados eran un importante «gancho» y que, tras la primera transferencia, en ocasiones desaparecían y en otras acordaban la entrega de las llaves en el destino y pedían más dinero.

La investigación se inició a raíz de las numerosas denuncias llegadas de varias ciudades españolas por anuncios falsos publicados en Internet, en los que se alquilaban viviendas en zonas de la costa mediterránea española.

Para dar de alta el anuncio, los autores de los hechos facilitaban la filiación de individuos llamados «muleros», los cuales habían sido engañados para aportar sus cuentas bancarias con el fin de ser las beneficiarias de las estafas para, posteriormente, realizar reintegros en cajeros y entregar el dinero estafado al «captador» y cerebro de la trama.

Los agentes constataron la existencia de un grupo criminal cuyo único fin era ganar importantes cantidades de dinero cometiendo de forma continuada delitos leves de estafa a través de Internet y, principalmente, mediante el modus operandi de «alquiler vacacional». La forma de actuar consistía en publicar en páginas web el alquiler de pisos en zonas costeras a un precio «más que razonable» para así captar al mayor número de víctimas.

A continuación, cuando las víctimas se ponían en contacto con los autores, estos les facilitaban una filiación falsa y un número de cuenta, indicándoles que debían ingresar al menos la mitad del precio acordado para el alquiler en concepto de reserva. Tras el ingreso, el autor o autores ya no volvían a ponerse en contacto con la víctima que, cuando llamaba para interesarse por el menaje del piso o quedar para hacer la entrega de llaves, el autor comenzaba a «darles largas» o quedaban al inicio de las vacaciones en el piso para entregárselas. En ocasiones llegaban a solicitar a la víctima nuevas transferencias para pagar el resto del alquiler que quedaba pendiente, aportándoles en ese momento -para incrementar la confianza de la víctima- fotos de DNI de otras personas.