María José Cadroy recibió, la noche del 19 de septiembre y de manos del alcalde de Castelló, José Luis Gimeno; el pergamino que la acreditaba como reina de las fiestas de la Magdalena 1993.

En el jardín de su villa de Benicàssim tuvo lugar la ceremonia protocolaria que, según la crónica publicada por Levante de Castelló, publicada el 21 de septiembre; fue «sencilla en su contenido pero señorial en la forma y elegante por su ambiente».

Numerosas personalidad de la sociedad castellonense, así como los miembros de la Junta de Fiestas y, por supuesto, amigos y familiares de la flamante reina, «acompañaron a María José Cardo en este momento entrañable y emotivo para la futura reina de las fiestas de Castelló. tampoco faltó la reina infantil de la Magdalena 83, Maribel Marca Claramonte.

En su discurso, el alcalde de Castelló «enalteció la belleza y la personalidad de la nueva reina, señalando el espíritu castellonero de María José Cadroy y de su familia, teniendo palabras de recuerdo para Ampareles Pavía, la reina de las fiestas de 1992; que deja una inolvidable impronta en las fiestas», se pudio leer en las páginas de Levante de Castelló.

Después de las palabras de Gimeno, tuvo lugar la entrega de, además de un ramo de flores, un pergamino que acreditaba el nombramiento de María José Cadroy de manera oficial, que según la crónica firmada por Vicente Borrull «estaba bellísima y radiante».

Los padres de María José Cadroy, «María Vicenta y José María, que fueron unos espléndidos y atentos anfitriones, ofrecieron a los presentes una suculenta cena con un bufet cuya mesa central aparecía adornada con un cuadro alegórico de la Magdalena». Y para que la fiesta fuese redonda, el pintor y miembro de la Junta de Fiestas., el recientemente desaparecido Lorenzo Ramírez interpretó diversos boleros.