El Villarreal CF fía su futuro en un hombre de la casa. La derrota del domingo pasado contra el Getafe (4-0) fue el desencadenante para que la dirección deportiva de la entidad vila-realense tomara la decisión en la mañana de ayer de destituir a Fran Escribá y dar el relevo al hasta ayer entrenador del filial amarillo, Javi Calleja. El preparador madrileño (Alcalá de Henares, 1978) conoce a la perfección el club de la Plana Baixa ya que como jugador defendió sus intereses de la temporada 1999-2000 a la 2005-06 (134 partidos) y, como entrenador, ha forjado su trayectoria en el fútbol base amarillo, al que llegó en 2012.

Así, si al actual Villarreal le falta alma y carisma, se lo dará Calleja. Para algunos será una apuesta arriesgada el confiar en un entrenador de 39 años, en cuya tarjeta de presentación está una temporada en el cadete, tres el juvenil (los tres acabó campeón de Liga, más un título de Copa de Campeones), más los seis partidos de Liga con el primer filial en Segunda División B.

Pero eso solo son cifras. La realidad es otra porque el nuevo entrenador del Villarreal está preparado como el que más. La savia joven para un banquillo a veces es importante y el club que preside Fernando Roig ha dado el paso.

Buen inicio en el Villarreal B

El madrileño es uno de los entrenadores más estudiosos del fútbol español. Le faltaba que alguien diera el paso que ayer dio el club: confiar en él para un reto mayor. La Primera División son palabras mayores, pero en el mundo del fútbol pocas cosas quedan por descubrir. También se dudaba de su capacidad para asumir el mando del filial y la temporada del Villarreal B estaba siendo digna de mención (suma cuatro victorias y dos empates, sin ninguna derrota en las seis primeras jornadas).

«Es un orgullo enorme entrenar al Villarreal. Lo digo de corazón porque este club siempre ha formado parte de mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional. Ahora soy el entrenador y la alegría y la ilusión es máxima», dijo el nuevo técnico del cuadro villarrealense.

En Calleja los futbolistas del submarino encontrarán un compañero más. Pero eso sí, falta que los jugadores crean en su idea futbolística. No les queda más remedio ya que cayó Fran Escribá y, si el rumbo no se endereza, desde el club se empezará a mirar a los que saltan al terreno de juego para disputar los partidos más que al que está en el banquillo.

«Cuando empecé a entrenar en las categorías inferiores siempre soñé con este momento, por eso, cuando ha llegado, no me lo he pensado. Espero que la confianza que ha depositado en mí el club se traduzca en trabajo y buenos resultados», apostilló.

El nuevo entrenador del Villarreal, que ayer dirigió su primera sesión con el primer equipo, debutará en el banquillo el jueves en la Liga Europa en el encuentro ante el Maccabi, correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos. El domingo, el Villarreal recibe al Eibar.