Miles de aficionados asistieron ayer a los encierros de los toros cerriles en Les Alqueries, con motivo de las fiestas en honor a la Mare de Déu del Niño Perdido. La excelente climatología, sin riesgo de tormentas, hizo el primer espectáculo taurino, a las 11 de la mañana y a cargo de la ganadería Hermanos Cambronell, resultara un positivo preámbulo de la jornada festiva que se vivió en el municipio hasta bien entrada la noche.

A continuación se celebró el desafío entre las ganaderías Cantera y El Mijares, que dieron paso a la apertura del mesón del vino y la tapa.

Las exhibiciones de los astados cerriles prosiguieron durante la tarde, también con la ganadería Hermanos Cambronell como protagonista. Seguidamente se procedió a una suelta de vacas.

La multitudinaria jornada, con gente en todos los rincones del término municipal, lo que evidencia el éxito de los festejos, concluyó con los toros embolados y la actuación de la orquesta Euforia en la plaza Mayor. El colofón vino a cargo de la discomóvil, prolongándose la fiesta hasta bien entrada la madrugada. Incluso, algunos, los más valientes, apuraron hasta los primeros rayos de sol con el amanecer.